El entrenador del Sevilla, Juande Ramos, se ha presentado en el entrenamiento que sus jugadores estaban celebrando en la ciudad deportiva José Ramón Cisneros nada más ser dado de alta de la clínica en la que pasó la noche a causa del botellazo que recibió anoche en el Ruiz de Lopera.

Ramos, a quien los médicos le recomendaron 48 de horas de reposo, declaró en la puerta del hospital que no se acuerda "de nada a partir del descanso" del partido, media hora antes de recibir el impacto.

Fuentes de la Clínica Sagrado Corazón explicaron a Efe que el entrenador sevillista, que estuvo acompañado durante toda la noche por su esposa, ha dormido "muy bien" y se encuentra en perfecto estado.

"Éstas son las cosas que pasan cuando se calienta un partido. La afición del Betis no está representada por el desalmado que ha tirado la botella", añadió el técnico sevillista.

En el minuto 57 de la segunda parte, Ramos recibió el impacto de una botella lanzada desde la grada después de que su equipo hubiera marcado el primer gol del partido.

El técnico del Sevilla tuvo que abandonar el terreno de juego, aparentemente, inconsciente y en una camilla, pero se recuperó en una UVI móvil y allí mismo le diagnosticaron un fuerte traumatismo craneoencefálico.

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