«Estuve allí de lujo», dice Juanfran Ortiz, meta almendralejense del Cacereño, al que una pirueta del destino le llevará el próximo domingo a una situación muy especial: su primer partido como titular con su actual club será ante el Azuaga, del que procede, y en el que jugó en dos temporadas anteriores, justamente cuando finalizó su etapa juvenil en el Diocesano de División de Honor.

«Ya me están diciendo hoy que ni habiéndolo preparado hubiera salido así». Y es que la expulsión del habitual titular, Camacho, el pasado domingo en el encuentro ante el Badajoz, va a hacer que «si Dios quiere» Juanfran Ortiz esté de inicio en el Municipal de Azuaga. Y el futbolista espera que la meta del CPC siga como hasta ahora: imbatida tras seis encuentros disputados y un primer puesto récord en el contexto nacional.

«Será un partido distinto, claro, con una motivación extra. Allí estuve muy bien y tengo muchos amigos, como Soria, los hermanos Valencia, Juanan, Sergio Cebada, Álvaro el fisio, Ramos, segundo entrenador, Gordillo, antiguo presidente...», cuenta con orgullo y desparpajo el jugador, al que sus 21 años no han impedido una experiencia dilatada: Dioce, Azuaga (2013-2014), Díter Zafra, San José, Coria y de nuevo Azuaga este año, hasta que hace dos semanas firmó por el Cacereño. Entre medias, la pasada temporada, jugó y perdió por 1-0 en un Azuaga-Coria, por lo que no será la primera vez que visite el Municipal con otro club distinto al local. Para el domingo, claro, espera ganar a un conjunto revelación, ahora segundo.

Recuerda Juanfran sus viajes para entrenar en el Azuaga «con Angelito, Ito, Carmona…» cuando el vehículo procedente de Mérida le recogía en Almendralejo e iban, jueves y viernes, a entrenar en el Municipal. En Cáceres entrenaba lunes y miércoles con un hombre que le ha marcado por todas las enseñanzas que ha recibido: Manolo Jordán, al igual que Domingo Durán en Almendralejo, y que le han hecho mejor portero, sin duda uno de los jóvenes con mayor progresión en el panorama extremeño.

Sobre su ‘aterrizaje’ en el Cacereño dice estar muy feliz por el grupo que se ha formado en la plantilla y también, evidentemente, por la clasificación. Y para expresarlo recurre al dicho: «de momento, la vela que va delante es la que alumbra», expresa.

«Tenemos muy buen rollo», dice cuando se le plantea su relación con Camacho. Y añade cuando se le comenta que él mismo felicitó a su compañero, sin que ambos hablaran del próximo choque liguero. «Le di la enhorabuena porque estuvo muy serio y evitó goles del Badajoz en el primer tiempo», apunta el joven guardameta, que pudo incluso salir antes del final, lo que impidió que Adolfo pudiera hacerlo al haber efectuado ya los tres cambios. Finalmente, Aarón fue el que jugó en esa demarcación. Pero en Azuaga, evidemente, lo hará él. H