El ciclismo sigue siendo el deporte rey a la hora de mover y reestructurar las clasificaciones generales de las principales carreras. El 11 de septiembre del 2011 Juanjo Cobo vivió su día grande en el ciclismo. Ganó la Vuelta a España y hasta recibió honores por parte del rey Felipe, entonces príncipe de Asturias, en la madrileña plaza de la Cibeles. Ocho años después, el cántabro, ya retirado y con 38 años, apodado como El Bisonte de la Pesa, su barrio de la localidad de Cabezón de la Sal, ha sido desposeído del título por dopaje. Tras una larga investigación científica, los especialistas de la Unión Ciclista Internacional (UCI) constataron anomalías en su pasaporte biológico, lo que viene a significar que uso una transfusión ilegal de sangre o EPO.

El 11 de septiembre del 2011, Cobo se convirtió en el ganador sorpresa de la Vuelta que descubrió a Chris Froome, quien acabó en segunda posición, por delante de Brad Wiggins, luego vencedor del Tour 2012. Froome, que permanecerá hasta mañana en la unidad de cuidados intensivos del hospital de Saint Etienne, como consecuencia de la grave caída ocurrida el miércoles, será proclamado ganador ocho años después de la ronda española y alimentará su palmarés con una segunda Vuelta, tras la conseguida en el 2017 (no sin suspense por el lío que hubo con un ventolín contra el asma).

Unipublic, la empresa organizadora de la Vuelta, que forma parte de ASO, la firma propietaria del Tour, recibió ayer un escueto correo electrónico de la UCI donde se le informaba que el ganador de la edición 2011 quedaba desposeído del título por dopaje. La Federación Española de Ciclismo obtuvo una copia del correo. Unas horas más tarde el servicio de prensa de la UCI emitió un comunicado, también corto, en el que se informaba de la infracción de Cobo en su pasaporte biológico, en el 2009 y el 2011, y que por lo tanto, y a pesar de estar ya retirado, se le aplicaba una sanción de tres años. Según ha podido saber este diario, Cobo no tiene intención de recurrir la sanción ni acudir al TAS.