El juez Pablo Ruz ha acordado pedir al Barça los contratos de Neymar firmados en el 2011 y 2013, al atender la solicitud del fiscal. De este modo, el togado se declara competente para llevar a cabo una mínima investigación antes de decidir si admite o no la querella presentada por un socio del club azulgrana contra el presidente del Barça, Sandro Rosell, por una presunta apropiación indebida de 40 millones de euros.

Ruz da un plazo de cinco días al Barça para que aporte los contratos firmados por Neymar o sus representantes y los justificantes de las cantidades desembolsadas por estos pactos. En este periodo de tiempo, el club también deberá entregar al magistrado la memoria presentada por la junta directiva en la asamblea del 2012 sobre el primer contrato a la estrella brasileña y la de los años 2012 y 2013 sobre el segundo contrato.

Asimismo, el juez decide que es parte de este procedimiento el socio del club Jordi Cases, que impulsa una plataforma anti-Rosell y que es la persona que ha presentado la querella. Y explica que necesita examinar estos documentos antes de decidir si abre una investigación por un presunto delito de apropiación indebida en su modalidad de distracción. La Audiencia Nacional sería el tribunal encargado de instruir esta causa porque se perseguiría un presunto delito de español cometido en el extranjero, ya que los contratos fueron firmados en Brasil.