Terrible episodio de violencia en un partido de la Tercera División extremeña de fútbol sala. El encuentro entre el Distribuciones Cisneros de Almendralejo y el Grupo López Bolaños de Fuente de Maestre tuvo que ser suspendido el pasado fin de semana, a falta de cuatro minutos, cuando un jugador del equipo visitante, Miguel Angel Rodríguez, agredió a otro del local, Israel Porrino, que tuvo que ser atendido en un hospital cercano tras perder el conocimiento.

Con una fuerte conmoción, Porrino estuvo alrededor de cinco minutos tumbado en el suelo, sin conocimiento, a la espera de que llegasen las asistencias médicas. El susto resultó monumental para los presentes.

Según el relato que realiza Francisco Julián Macías, entrenador del Almendralejo, fue un puñetazo lo que Rodríguez le propinó a su futbolista, que fue dado de alta ese mismo día, aunque arrastra secuelas en el cuello, cara y la cabeza que le impiden acudir a su puesto de trabajo como empleado del servicio de limpiezas en Mérida.

"Fue increíble. Al parecer, los dos jugadores habían tenido ya un rifi rafe a lo largo del partido, una cosa normal, una de tantas que ocurren en los partidos. A falta de cuatro minutos, con el balón parado, el jugador del Grupo López Bolaños, por detrás, le dio un tremendo puñetazo al nuestro, que cayó redondo al suelo", cuenta Macías.

La explicación de Rodríguez para tal comportamiento fue que había recibido previamente un escupitajo por parte de Porrino y que el árbitro no le había hecho caso en su protesta. "Se tomó la justicia por su mano, por lo que parece. Pero por mucho que le hubiese escupido, eso no se le puede hacer a nadie, porque lo peor es que le cogió desprevenido. Es una persona que tiene mujer y un niño pequeño y esto no ha debido ocurrirle nunca, porque va más allá de una mera acción del juego", añade el entrenador del Distribuciones Cisneros.

Su jugador ha presentado denuncia contra el agresor y, si no hay acuerdo antes, todo tendrá que resolverse a nivel judicial. Macías afirma que Rodríguez ha llamado a Porrino con la intención de disculparse "pero también nos hemos quedado sorprendidos porque, entre otras cosas, también le ha dicho que no había sido para tanto".

La situación se tornó tan desagradable que los jugadores del Distribuciones Cisneros, visiblemente preocupados, le dijeron al árbitro que no deseaban seguir jugando cuando habían visto a su compañero ser trasladado al hospital. El resultado en esos momentos era de 6-6. El Comité de Competición de la Federación Extremeña tiene que decidir si se da por concluido o se reanuda. También la sanción a Rodríguez, que fue expulsado.

LA OTRA VERSION En el Grupo López Bolaños están apesadumbrados. No justifican la acción de su jugador, pero ofrecen matices para intentar que se entienda mejor lo sucedido.

Su portavoz es Víctor Pecero, el típico hombre de club que está a todo, desde dirigir al equipo a hacer los bocadillos para los viajes. "No defiendo lo que hizo Miguel Angel, pero lo primero que hay que decir es que el jugador del Almendralejo no es la primera que lía. En este partido, desde el primer minuto estuvo insultándonos, tanto a nosotros en el banquillo como a los jugadores que estaban en la pista. A Miguel Angel, que recientemente ha perdido a un familiar cercano, le dijo varias veces que se cagaba en sus muertos", afirma.

Todo se precipitó al final: "Un contraataque se cortó en falta, hubo una discusión entre jugadores, Miguel Angel se metió y el otro le escupió. Con el escupitajo aún en la cara, fue al árbitro a decírselo, pero le dijo que no lo había visto, que siguiesen jugando. Así fue como se calentó, aunque está arrepentido".