A los internacionales no les importa tener que jugar el partido ante Rusia con camiseta de color dorado, que estrenó España el pasado 6 de febrero en Málaga, ante Francia (1-0, gol de Capdevila). A pesar de que a Luis Aragonés no le gusta ese color, España está obligada a lucirlo ante los rusos, cuya primera vestimenta es de color rojo, y ejercerán como titulares en el estadio Ernst Happel de Viena, al contrario de lo que sucedió en el encuentro de la primera fase en Innsbruck.

Marcos Senna, Alvaro Arbeloa y Xavi Hernández señalaron ayer que nos les importa jugar con ese color y que esperan que les de suerte. El centrocampista del Villarreal explicó que él juega con ese color durante la temporada con su club y que no le importa hacerlo también con la selección española. "No hay ningún problema. Estoy acostumbrado a jugar de amarillo con mi equipo y me va bien".