Jugadores del Mérida podrían abandonar la entidad si no se resuelven los problemas de cobro la semana que viene. Así, al menos, se desprende del resultado de una reunión mantenida ayer entre plantilla, club y ayuntamiento, aunque por parte de la institución hay un optimismo creciente para zanjar el problema.

El contacto entre los capitanes, José Fouto como miembro de la junta gestora y el ayuntamiento, representado por el consejero municipal de Deportes, Santurnino González, se prolongó alrededor de cuatro horas. En la entrevista se trataba de ver cómo se daría luz verde a la subvención de 100.000 euros con la que el consistorio se ha comprometido con la entidad.

LO PENDIENTE El problema radica en que el Mérida tiene deudas con Hacienda y algún proveedor, lo que hace imposible que esa subvención pueda llegar a las arcas del club hasta que no se resuelvan.

El tiempo es el elemento principal que corre en contra de la entidad, ya que los jugadores quieren cobrar antes de viajar a Murcia para enfrentarse el domingo al filial murciano, "si no, no sé si el equipo tendrá fuerzas para viajar", comentan desde el vestuario. Otros dan un ultimátum "hasta la semana que viene", pero incluso, uno de los capitanes, Xavi Moro, entiende que "hemos esperado mucho", por eso afirma que "hay gente que ya tiene la maleta hecha", y es que tal y como afirma otro de los capitanes, Jesule, "las letras se acumulan, no podemos pagarlas y la gente está muy afectada".

OPTIMISMO Desde gestora y del ayuntamiento se afirma que las deudas están en vías de solucionarse, por lo que los jugadores empezarán a cobrar con el dinero de la subvención del ayuntamiento, en primer lugar, y después el contrato de patrocinio con Marca Extremadura, que asciende a 300.000 euros, y que se recibiría a partir de la segunda mitad del mes de marzo.

Ante este panorama, de lo que menos se habla en el seno del vestuario romano es del encuentro ante el Murcia B, ante un rival que también aspira a jugar el play off de ascenso. "Nosotros queremos competir, pero lo cierto es que durante la semana se habla más de dinero que de fútbol", y es que el vestuario dice está cansado "de tantas promesas, primero íbamos a cobrar antes de vacaciones, después tras las vacaciones, a finales de enero- hemos tenido mucha paciencia". Hay quien dice que ya no puede vivir en Mérida porque no puede pagar alquiler.

A pesar de esta situación, el equipo que entrena Goran Milojevic, en principio, no va a tomar ninguna decisión drástica antes del partido del domingo y va a esperar a que todo se solucione la semana que viene, aunque hay muchos recelos aún.