Aosto todavía castigaba con su calor pegajoso y el Cacereño, que aún se preguntaba qué había pasado con la mexicana Ana María Macías, perdía 2-1 ante el Sporting B. Era el arranque de la aventura en el grupo I que está terminando inevitablemente en drama, aunque todavía no en tragedia. Hoy, 38 partidos después, el club verde pende de un hilo. Pueden acabar siete años en Segunda División B o pueden prolongarse. El caso es que lo que suceda a las 19.30 horas en Linares no tendrá remedio.

Sería el día del juicio final en términos bíblicos. Llevado a lo futbolístico, una tarde muy incierta después del 0-0 que ambos equipos masticaron en la ida, hace una semana, sobre el irregular césped del estadio Príncipe Felipe. Hubo coincidencia de opiniones en la superioridad del Cacereño, al menos en la posesión de balón y en la generación de ocasiones, pero el problema fue precisamente no transformarlas. ¿Habrá que acordarse del larguero de Aarón o del feroz cabezazo de Mansilla?

Así es que quedó un resultado seguramente malo para el hoy visitante, pero también peligroso para el local. Cualquier empate mantiene a los verdes en Segunda B, exceptuando el inicial, que estiraría el episodio a la hipotética prórroga y penaltis. Jugarse la vida ahí sería el colmo de unos meses agónicos.

EL PLANTEAMIENTO ¿Qué escenario habrá en Linarejos? Hay quien supone que el conjunto andaluz tendrá que buscar una mayor iniciativa que en Cáceres. Y, aunque el CPC no suele renunciar al balón, también se siente cómodo en el contraataque con jugadores rápidos como Carlos Valverde o Pablo Gállego.

Todo se basará, claro, en la seguridad defensiva. En casa no se concedieron oportunidades. Será complicado que eso se repita, pero la cobertura está rindiendo últimamente a buen nivel. Tendrá que ser improvisada, eso sí. Con Montiel fijo en la portería, Gonzalo tiene el mayor número de papeletas para sustituir a Rubén Palero en la derecha, Mansilla y Juan Carlos Mejías serán la experimentada pareja de centrales y Toni Sánchez ejercerá de lateral izquierdo y también extremo si se siente cómodo.

En el medio, Leo Ramírez regresará tras su sanción. Durante gran parte de la campaña ha sido uno de los mejores del equipo, pero llegó a perder la titularidad y ahora se le necesita más que nunca. A su alrededor, hay una plaza que se disputan Amaro y Josete, ya que Gállego y David Cuerva son fijos. Más adelantados y alternando sus posiciones, Aarón y Valverde con la responsabilidad del gol.

No hay muchas más opciones. La convocatoria la completan el portero Vargas, el defensa Ale, el centrocampista Zubi y el delantero Kofi. Dieciséis jugadores en un autobús repleto de ilusión, responsabilidad y hasta optimismo. El Cacereño ya estuvo en el filo hace dos semanas en Estella ante el Izarra y lo resolvió bien. Esa ventaja la tiene ante el Linares, cuya trayectoria ha sido claramente descendiente en el tramo final.