Más que la expresión ´como dos gotas de de aguas´, para los hermanos Rubén y Javier Calatrava podría emplearse otra que dijera ´como dos balones´, de fútbol sala, por supuesto. Son mellizos y nacieron hace 26 años en Madrid. Desde entonces han compartido muchas cosas, como cualquier hermano y más siendo mellizos, de los que se dicen están unidos por un vínculo especial. Se puede decir que nunca se han separado, ni tan siquiera en su carrera profesional, pues siempre han jugado en los mismos equipos. En el terreno de juego comparten su calidad y fuera su timidez, pues ambos aseguran ser "de pocas palabras".

Ahora han llegado a la AD Extremadura para completar la plantilla de Nano Maroño, que aspira a hacer una buena temporada en División de Plata en el año del 25 aniversario del club y que el sábado juega su primer amistoso de la pretemporada en Montehermoso.

"Queremos darlo todo y conseguir los objetivos que se nos marcan desde el club", aseguran al unísono. Pero antes deben adaptarse a sus nuevos compañeros, a los que conocieron el lunes en su primer entrenamiento en Cáceres, y al método de trabajo del entrenador. "El equipo no lo conocemos mucho", confiesan; "ahora tenemos mucho trabajo por delante", aseguran. Pero los que tienen trabajo, y difícil, son el entrenador y el resto de la plantilla para no confundirlos. "Al principio sí nos confunden, pero enseguida empezarán a distinguirnos con facilidad", añaden entre risas.

Los hermanos Calatrava recalcan que afrontan la temporada "con mucha ilusión, ya que es nuestro regreso a España después de una campaña en Francia". Reconocen que la temporada será "compleja", porque los 19 equipos que forman la División de Plata rinden todos a un buen nivel.

Vida deportiva unida

Además de compartir el útero de su madre durante nueve meses, estos dos jóvenes futbolistas han desarrollado su carrera deportiva en los mismo equipos. Se formaron en la cantera del Boadilla, Rubén en la posición de cierre y Javier como ala, con el que debutaron en División de Plata. En el 2005 ficharon por el Zamora, conjunto en el que estuvieron durante cuatro temporadas y fueron protagonistas del ascenso a División de Honor en el año 2009. Tras el ascenso cambiaron España por Francia y ficharon por el Erdre de Nantes, donde jugaron la temporada pasada.

De su paso por el país galo afirman que "estuvimos bien en Francia; fue una experiencia bonita. Al principio se hizo duro, sobre todo por el idioma, pero conseguimos adaptarnos bien". Tras su corto paso por la liga francesa manifestaron su deseo de volver a jugar en un club español. Y ahora están en Cáceres, donde esperan hacerlo bien.