El balance es positivo, me he adaptado y he competido de la mejor forma». Son las sensaciones de Alejandro Kim tras disputar las dos primeras pruebas de la Copa del Mundo de BMX a las afueras de la capital francesa, en París, en concreto en Saint Quentin. El biker pacense añade que han «tenido mucho trabajo que hacer en poco tiempo, unas jornadas de entrenamiento muy cortas y unas pistas muy exigentes con una rampa de salida de ocho metros, además de que los tipos de saltos son más grandes. Sé que tengo más que dar».

Su puesto final fue sobre el 150 de 250 corredores, con las dificultades de no conocer el circuito, no estar habituado a rampas de ocho metros y la mala fortuna de haberse quedado cerca de pasar las dos pruebas, ya que en la primera fue quinto y entraban los cuatro primeros y en la repesca tercero, y entraban los dos primeros clasificados. «Me he quedado a las puertas de pasar a la siguiente ronda clasificatoria y por un puesto hubiera entrado en el top 100. El sábado tuve la primera prueba quedando quinto y en la siguiente carrera fui tercero. El BMX siempre es un deporte muy ajustado, tanto en tiempo como en posiciones, pero han sido carreras con algunos fallos técnicos y en otras faltó que acompañara la suerte».

Su principal hándicap son las rampas de salida especiales de la Copa del Mundo, con una altura de ocho metros por los tres que tienen las tradicionales. «Lo más complicado es romper la barrera de lanzarte con un primer salto que tendrá unos 11 o 12 metros, como poco... Es un salto que sólo tiene la rampa y la caída, un salto cortado. Ya conozco un poco la rampa y me tiré sin pensarlo y después poco a poco cogiendo el feeling a la rampa. Al final cogí el swing, pero hay que seguir trabajándolo. Siete corredores más quieren quedar delante y eso cambia».

física y técnica / El problema principal es que «empiezas perdiendo. En alguna salida empecé primero, pero al chocar con algunos corredores quedé retrasado. De este modo, hay que ir remontando. No sentí que diera el cien por cien por la falta de práctica». El resto del recorrido «son saltos muy grandes y muy picados. Es duro, físicamente hay que estar preparado, técnicamente por descontado y también mentalmente afrontar la carrera con intensidad y calma para poder afrontarla. La francesa es una pista muy exigente y tenía la desventaja que muchos de mis rivales han hecho periodos de concentración allí y eso en BMX influye mucho, porque te da mucha confianza si conoces la pista».

entrenos en portugal / El rider pacense espera practicar en el nuevo circuito que la Federación Portuguesa de Ciclismo ha construido en su Centro de Alto rendimiento en Anadia y que se inaugurará a mediados de este mes. «Lo espero ansiosamente, al igual que el BMX pacense, extremeño y español, porque en España no hay ninguna rampa de ocho metros. Ojalá se cumplan las fechas, que parece ser que sí, y voy a poder entrenar en unas condiciones similares a las que tendré en los circuitos de Copa del Mundo. De este modo no tendré la tarea de adaptarme al circuito y a la rampa, sino de afinar detalles técnicos y concentrarme en correr».

Su próxima cita de la Copa del Mundo será en el Centro Olímpico de Papendal, Holanda, donde se disputaran las rondas tres y cuatro los días 5 y 6 de mayo. «Y la siguiente semana será Bélgica y después en septiembre, Argentina. Es un calendario muy compacto y el reto es tener una instalación en la que poder entrenar, porque los rivales sí la tienen y practicarlo es muy importante. Seguimos entrenando y apurando la preparación y sumando más carreras antes de la Copa del Mundo».