La crisis de juego por la que atraviesan los Knicks de Nueva York (4 victorias por 18 derrotas), le costó a David Fizdale el puesto de entrenador en la madrugada del sábado. Tras una racha de ocho derrotas consecutivas, incluida la última en el Madison Square Garden, por 92-129 ante los Nuggets de Denver, los directivos decidieron destituir Fizdale y a su asistente Keith Smart. El hasta ahora asistente Mike Miller se hará cargo del equipo de forma interina.

Los Knicks tienen la peor marca de la Conferencia Este y han igualado la peor en la historia de la franquicia. Desde que Fizdale llegó a los Knicks hace dos temporadas, la marca del equipo de Nueva York ha sido de apenas 21 triunfos y 83 derrotas. El porcentaje de victorias (20,2%) es el quinto más bajo para un entrenador que ha permanecido con un mismo equipo y disputado al menos 100 partidos en las últimas 30 temporadas de la NBA.

Desde que James Dolan se hiciera cargo por completo de la propiedad de los Knicks, en la temporada de 1999-2000, el equipo neoyorquino ya ha tenido a 12 entrenadores diferentes, lo que le ha llevado a empatar la suma de los que han tenido los equipos de los Grizzlies de Memphis, Suns de Phoeniz y Pistons de Detroit.

PORZINGIS, EL LÍDER QUE SE FUE

Fizdale llegó a los Knicks con el objetivo de desarrollar un proyecto ganador junto al ala-pívot letón Kristaps Pozingis, pero el jugador europeo, tras una grave lesión de rodilla, no quiso seguir con el equipo neoyorquino y antes de que finalizase la pasada temporada pidió el traspaso. Los Knicks tuvieron que dárselo porque acababa el contrato como novato y podía quedarse como agente libre, lo que hizo que llegasen a un acuerdo con los Mavericks de Dallas.

El pasado 10 de noviembre, cuando los Knicks perdieron con los Cavaliers de Cleveland, tanto el presidente de operaciones del equipo, Steve Mills, como el gerente general, Scott Perry, protagonizaron una conferencia de prensa en la que criticaron abiertamente el trabajo de los entrenadores.