68- CACERES PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD: Carlos Cherry (9), Pedro Robles (11), Carleton Scott (2), José Angel Antelo (3), Leon Williams (8) --cinco inicial-- Juan Sanguino (0), Dani Rodríguez (14), Justin Sedlak (6), Xavi Forcada (3), A. Zengotitabengoa (12).

77- FORD BURGOS: Dani López (14), Chus Castro (0), Marcus Vinicius (11), Darren Phillip (17), Jerome Tillman (9) --cinco inicial-- Rafa Huertas (12), Mateo Kedzo (5), Juan Alberto Aguilar (5), Ross Schraeder (4).

PARCIALEZ: 14-16, 21-26 (descanso), 56-58 y 68-77 (final).

ÁRBITROS: Vázquez-León. Eliminado: Dani Rodríguez (min. 40).

Cuando las circunstancias mandan, incluido las propias del rival, no hay mejor ejercicio que asumir la derrota. El Cáceres Patrimonio de la Humanidad no tuvo otra opción que claudicar (68-77) ante un Ford Burgos con más dosis de fe, de potencia y menos errático. El traspiés, que entra a formar parte de la lógica, sitúa al club extremeño de la LEB Oro en incómoda situación por todo lo que le llega ahora. El calendario que espera --viaje a Menorca y visita del Canarias-- aparece en el horizonte como una amenaza más que evidente.

Gobernó el Burgos el duelo en los momentos decisivos. Infinitamente más duro atrás y con recursos ofensivos preclaros, al grupo de Andreu Casadevall le bastó un punto más de concentración para asfixiar y desquiciar al Cáceres, timorato y obtuso a partes iguales allí cuando se juegan realmente los partidos. La merma física de José Angel Antelo y la ya permanente falta de adaptación de Carleton Scott hicieron el resto.

Resistió el conjunto de Gustavo Aranzana lo que pudo. Sin el respaldo necesario de la grada --la entrada de ayer fue muy floja-- el equipo mostró honestidad, pero poco juego. Pocas luces. Mucha precipitación. Y eso que Aranzana dio otro voto de confianza a Scott situándolo en el cinco inicial. Ni por esas. El alero no funciona. Por momentos da la sensación de que está incómodo. En otros pareciese que solo carburan sus piernas y que su cabeza está en otra cosa bien distinta a un partido de baloncesto.

El Cáceres fue haciendo la goma durante el primer cuarto gracias a los rebotes y puntos de Williams, que dieron incluso alguna ventaja en el electrónico (14-11, min. 8). Después llegarían los de Zengotitengoa --éste sí ya está para lo que hay que estar--, Cherry y Robles. La batalla de dos equipos con jugadores de talento estaba ya en marcha.

Los kilos de Darren Phillip y Vinicius y la extraordinaria dirección de Dani López acuciaron al Cáceres, pese al buen trabajo de Sedlak en su pelea bajo aros y los aceptables minutos de Juan Sanguino en la zona.

El encuentro discurría entre vaivenes e irregularidad de unos y otros hasta que los castellanos se situaron con siete arriba (35-42, min. 20). Rafa Huertas y Mateo Kedzo tenían la mano suelta. Y el marcaje.

REMONTADA

Con Cherry en pista, el Cáceres enlazó un notable inicio de tercer cuarto, llegándose a poner por delante (45-44, min. 24). El jugador sevillano se cargó de faltas personales y el equipo volvió a venirse a abajo, pese a la mayor racionalidad en la dirección y la defensa de Dani Rodríguez. Pero faltaban bastante más conceptos.

Al Cáceres se le apagó la luz cuando Burgos apretó definitivamente. Cada ataque era un mundo para los locales, angustiados inopinadamente en una suerte de nervios. Zengo era el único con un poco de criterio y valentía, con Robles desafortunado en el lanzamiento exterior.

Pese a todo, los extremeños estuvieron en el partido empatando a falta de 6:46 (58-58). William se cargó con la cuarta personal, Antelo ya no podía más y Phillips se encargó de poner tierra de por medio (62-67, min. 38). A todo ello se unió que el Cáceres erraba más tiros libres de la cuenta. Y eso en baloncesto es capital. La tranquilidad visitante en esta misma faceta hizo el resto. El partido se había perdido con un 'KO' por inferioridad, no rotunda, pero sí evidente. Pero esto acaba de comenzar. Y equipo, haberlo, haylo .