La pequeña Capri, Koko como la llaman en casa, vino al mundo en junio de 2019. No ha cumplido aún ni el año. Aún no había nacido cuando los Lakers retiraron, en diciembre del 2017, las dos camisetas que utilizó Kobe Bryrant en su carrera, el 8 y el 24, en un emotivo homenaje en el Staples Center. Bianka tiene tres. Solo Natalia, de 17 años, la hija mayor, es consciente igual que su madre Vanessa del terremoto que ha sacudido a la familia después del accidente de helicóptero que le costó la vida a una de las grandes leyendas del deporte, a su hija Gianna María, de 13 años, y a las siete personas que les acompañaban en el fatídico vuelo. El mundo entero sigue en estado de shock por la dimensión de la tragedia vivida hace seis días.

Solo hay que echar un vistazo a la cuenta de Instagram que llevaba Kobe para comprender que su mujer y sus hijas eran su pasión, el centro de su mundo, más allá de su perfil de leyenda de la NBA, referente global del deporte y empresario de éxito, el cuarto deportista más rico del planeta, según la revista Forbes, solo por detrás de Tiger Woods, Michael Schumacher y Floyd Mayweather. Kobe compartía sin problemas imágenes de fiestas familiares, a Natalia con su equipo de voley y vídeos de los partidos de Gianna o jugando juntos, en la que se le veía disfrutar de su nueva vida lejos de las canchas después de 20 temporadas.

UNA RELACIÓN SÓLIDA

Kobe y Vanessa mantuvieron contra viento y marea su relación desde que se conocieron cuando eran unos críos. Ella, de raíces mexicanas, tenía 17 años. Y él, 20. Seis meses después se prometieron y lo anunciaron en el 18 cumpleaños de la joven. Se casaron el 18 de abril de 2001, y ni los padres ni las dos hermanas de Kobe asistieron, ya que no estaban de acuerdo con la boda. Durante más de dos años, la relación estuvo rota, hasta el nacimiento de Natalia.

Las desavenencias de Kobe con sus padres, Joe Bryant y Pamela Cox, se enquistaron en el 2013 cuando Kobe presentó una demanda contra su madre para recuperar objetos que ella vendió sin su permiso. Desde entonces, el distanciamiento era absoluto. Con sus hermanas mayores, Sharia y Shaya, la relación era mucho más cordial. Sharia se puso de su parte en el juicio contra su madre. En sus primeros años como estrella, Kobe las ayudó económicamente, pero después les retiró la ayuda, lo que generó alguna tensión. Son muy inteligentes, personas con educación universitaria. Estoy realmente orgullos de ellas. Pudieron conseguir sus propios trabajos, sus propias vidas, cuidarse a ellas mismas. Ahora tienen un mejor sentido de quienes son como personas, explicó el jugador en una ocasión.

Vanessa demostró su lealtad a Kobe cuando el deportista fue acusado de agredir sexualmente en el 2003 a una joven que trabajaba como empleada de un hotel de Colorado. El caso se cerró un año después cuando ella se negó a testificar. Él se disculpó públicamente y habló de relaciones consentidas. Todas las fuentes hablan de que la mujer recibió una compensación económica de más de 2,5 millones de dólares "Eres mi bendición. Eres parte de mi corazón, el aire que respiro. Siento que tengas que pasar por esto y hacerlo pasar a nuestra familia", dijo Vanessa entonces para apoyarle.

La pareja también se sobrepuso a una demanda de divorcio presentada por Vanessa en diciembre del 2011 por diferencias irreconciliables'. La separación nunca llegó a concretarse y en el 2013, la pareja anunciaba en las redes sociales que se daban una segunda oportunidad. En diciembre del 2016 nacía su tercera hija, Bianka Bella, y la cuarta niña, Capri, en junio del año pasado.

GOLPE TERRIBLE

El nacimiento de las dos pequeñas fortaleció un matrimonio del que Kobe se enorgullecía en las redes, poco antes del nacimiento de su última hija, acompañándolo de una fotografía de la pareja cuando eran novios. Hace 20 años conoció a mi mejor amiga, mi reina Vanessa. Decidí llevarla a una cita en Disneyland para cenar al estilo de la vieja escuela. Te amo mi mamacita para siempre.

A través de su cuenta de Instagram, Vanessa Bryant ha intentado transmitir el agradecimiento por las muestras de amor y solidaridad en las últimas horas, rompiendo la privacidad que siempre intenta preservar. No hay suficientes palabras para describir nuestro dolor, asegura. "Estamos completamente destrozados por la repentina pérdida de mi adorado esposo, Kobe, el asombroso padre de nuestros hijo y mi hermosa y dulce Gianna, una hija amorosa, reflexiva y maravillosa, y una hermana increíble para Natalia, Bianka y Capri". Las personas próximas a la familia reconocían a la revista 'People' que la viuda de Kobe intenta mostrarse fortaleza por sus tres hijas.

Vanessa siguió el domingo desde la academia Mamba Sports las noticias sobre la búsqueda del helicóptero después de que se perdiera el contacto durante el vuelo. El accidente sobre las colinas de Calabasas, en el condado de Los Ángeles, se produjo cuando el grupo de nueve personas se dirigía a participar en un torneo en la academia que el jugador había creado en Thousand Oaks y donde entrenaba al equipo de su hija.

EL LEGADO PARA GIGI

Gianna había devuelto la pasión por el baloncesto a su padre, que después del final de su carrera había dejado de seguir los partidos de la NBA. "Es especial, explicó Bryant en una conversación con Los Angeles Times cuando le preguntaron sobre su acercamiento al mundo de la canasta. Empezó jugando fútbol, un deporte que me encanta. Pero se me acercó hace un año y medio y me dijo: '¿Puedes enseñarme a jugar? Comenzamos a entrenar un poco y de pronto se volvió su gran pasión. Es maravilloso. Lo que me encanta de ella es su curiosidad por el juego. En situaciones complejas durante un partido, tiene la capacidad de parar un momento y venir a hacerme una pregunta muy precisa, algo que no es común.

Kobe estaba convencido de que Gigi, como la llamaban en casa, podía ser la heredera de su legado como contó en 2018 en el show televisivo de Jimmy Kimmel. También recibió su apodo. Para muchos ya era la Mambacita. Gianna tenía incluso una hoja de ruta para llegar a jugar en su etapa universitaria con Conneticut, uno de los equipos de más prestigio en el país.

La veías sobre la cancha y veías a Kobe, explicó esta semana en televisión visiblemente emocionado el ex-NBA Tracy McGrady, intímo amigo de Kobe. Tienen la misma forma de actuar y la misma personalidad, apuntaba Derek Fisher, excompañero de Bryant en los Lakers, y entrenador del equipo femenino de Los Angeles en la NBA, las Sparks. El legado parecía encaminado.