Gustavo Aranzana afirmó que "la Copa de Extremadura es para el Cáceres siempre un partido-trampa, porque estamos obligados a ganarla y si no lo hacemos es un fracaso. Hemos sido justos vencedores, aunque nos ha costado entrar mentalmente porque veníamos deprimidos". También consideró que el arbitraje fue "bueno" y que Cherry "jugó en su mundo".

Por su parte, Pedro Calles, entrenador del Plasencia, se mostró "muy contento" con el trabajo de su equipo. "Respeto mucho la Copa, pero el partido importante es el del viernes de liga. El equipo ha salido muy reforzado tras lo que ha hecho".