Las nuevas tecnologías han dado lugar a que gran parte del tiempo de trabajo del cuerpo técnico de cualquier equipo se pase delante de un ordenador generando vídeos, estadísticas, análisis, tácticas... lo cual debe servir para mejorar los entrenamientos y, por ende, para que se vea reflejado en el terreno de juego. Si hace tres semanas que no se pisa el césped ni para entrenar ni para jugar, es fácil entender que a todo lo anterior citado, hay que sumarles las vídeollamadas, vídeos de entrenamiento y llamadas telefónicas para que la plantilla siga funcionando a la espera de que se vuelva a la normalidad lo antes posible.

En el caso del Mérida, toda la cuestión física está delegada en Germán González. El preparador físico emeritense les manda todas las mañanas, de lunes a sábado, a toda la plantilla, un vídeo con los ejercicios que tienen que realizar ese día, más aquellos que desarrollan individualmente los futbolistas según sus características o por si tienen alguna dolencia. Además tienen que rellenar un test sobre la percepción de cada uno sobre los ejercicios mandados. Toda esta información genera unas estadísticas que son analizadas por el cuerpo técnico.

Por su parte, el entrenador, Juanma Barrero, supervisa con Germán todo lo realizado, además de estar en contacto con el entrenador de porteros. El propio Barrero reconoce que todos estos entrenamientos diarios les vienen muy bien a los futbolistas, no solo por mantener la forma, sino también porque «ellos también necesitan estar entretenidos y matar el tiempo. Algunos me reconocen que les ayuda a tener esa sensación de cansancio. El equipo físicamente se encuentra bien, lo que pasa es que nosotros tenemos unas exigencias distintas a las que tenían con el anterior cuerpo técnico, pero es lo normal siempre que hay un cambio».

La mayoría de los jugadores se han quedado en la ciudad y el entrenador habla con varios a diario, además de hacer dos sesiones semanales a través de la aplicación Zoom. La mayoría de las conversaciones tratan sobre las sensaciones que están teniendo los futbolistas en esta situación excepcional, más que de cuestiones técnico-tácticas «porque si me pongo ahora a hablarles de esas cuestiones, lo borran, eso es mejor en los entrenamientos cuando llegue el momento».

El momento de volver no se sabe cuándo será, pero Barrero entiende que «si nos vamos a un mes o mes y medio de parón, se necesitaría el tiempo de una pretemporada normal para volver a competir».

El técnico reconoce no saber ni cuándo ni cómo se va a reanudar la competición, y remarca «el problema del contrato de los futbolistas», por eso entiende que «se debe terminar la temporada pero con las mismas plantillas. El problema está en que si un jugador ha acabado el contrato en junio y tiene una oferta superior, no se puede obligar a ese trabajador a continuar en la empresa». Por todo ello le ve «difícil solución».

FUSIONAR TEMPORADAS / Teniendo en cuenta que el Mérida está en puesto de descenso, si la temporada se diera por nula y se empezara de cero «nos vendría muy bien, pero entiendo que sería muy injusto. Creo que se deberían fusionar las dos temporadas, cuando se vuelva, continuar tal y como estamos, hasta que se acabe, y la siguiente empezarla más tarde con las plantillas nuevas».

Con respecto al ERTE al que se ha acogido la entidad romana, reconoce que al principio «había dudas y no sentó bien que apareciera en los medios antes de que lo supiéramos, pero el director general nos lo explicó a cada uno y nadie ha puesto ninguna pega. Yo que como futbolista he sufrido lo que es que un club deje de pagarte durante varios meses, entiendo que esta es la mejor solución».

A nivel deportivo, el confinamiento «nos ha venido mal, porque llevábamos una buena dinámica (cuatro puntos de seis posibles). Además el futbolista se lo estaba empezando a creer, poco a poco estaba calando lo que les decíamos y nos estábamos conociendo, ahora como primer entrenador». La única parte positiva de esta situación es que «se están recuperando jugadores que estaban arrastrando problemas físicos».

Además de toda la coordinación y supervisión del trabajo de la plantilla, en su casa de Don Álvaro, Juanma Barrero aprovecha el confinamiento para «seguir formándome, crear tareas, hacer vídeos, analizar jugadores y equipos, y preparar la minipretemporada que tengamos que realizar cuando volvamos».