El último clásico, la final de la Supercopa de España, ha agravado el cisma que se vive en la selección española, aunque Iker Casillas, capitán del Madrid y del equipo nacional, haya contactado con Puyol y Xavi para mitigarlo. Desde Lugo de Llanera, su localidad natal, el asturiano Santi Cazorla, el nuevo jugador del Málaga, le puso palabras públicas a la fractura privada que se vive en el interior del grupo tras los acontecimientos que se vivieron en los cuatro clásicos de la pasada temporada. "La situación en la selección es límite", confesó el exjugador del Villarreal, preocupado por el impacto que provoca la actitud del Real Madrid de Mourinho en la selección nacional. "Está claro que por mucho que se quiera evitar, las relaciones pueden influir un poco", añadió Cazorla en declaraciones al diario asturiano La Nueva España tras acudir a su pueblo este fin de semana aprovechando que no hay Liga para visitar un centro deportivo al que han colocado su nombre. Casillas no se ha disculpado, sin embargo, de manera pública después de que acusara a Cesc en TVE de tirarse al suelo "como siempre" tras la entrada de Marcelo. "No nos queda más remedio que esperar para que lleguen a un acuerdo. Si siguen estos problemas, puede llegar a influir y al final eso puede ser muy perjudicial para el grupo", afirmó Cazorla revelando la preocupación que salpica a los internacionales. Y, por supuesto, a Vicente del Bosque, el seleccionador, a quien le espera ahora el tremendo desafío de recomponer las relaciones.

La próxima ocasión en la que los internacionales se reúnan será muy pronto, ya que está programado un partido amistoso frente a Chile el próximo 2 de septiembre en la localidad suiza de Saint Gallen.