«No puedo hablar, no puedo hablar». El protagonista indiscutible del partido, el bigoleador del Extremadura Gio Zarfino, se expresaba así ante los micrófonos de Radiogolex. Y lo hacía llorando, emocionado, acordándose de su familia en Uruguay, de su tío José y de su «sobrino pequeño». El equipo azulgrana celebró por todo lo alto la gesta, yéndose al fondo sur del graderío de Anduva, donde se encontraban los 350 aficionados azulgrana. Otro que rompió a llorar fue Aitor Fernández, que prometió dejar al Extremadura en Segunda «antes de cerrar mi carrera». De lo que expresó Juan Sabas, entrenador azulgrana, lo más significativo fue que hizo hincapié en la manera de jugar de su equipo, «en uno de nuestros partidos más inteligentes».

También subrayó que Almendralejo se ha ganado el derecho a seguir soñando. «Esta afición no la tienen la mayoría de los clubs de Segunda B». Esta tarde se sabrá el rival, que saldrá de estos cinco equipos: Cartagena, Villarreal B, Sporting B, Elche o Fuenlabrada.