El proceso de descomposición de los Lakers, finalistas de la NBA en el 2008 y campeones en el 2009 y el 2010, parece imparable. Después de que Phil Jackson decidiera dejar el banquillo, la locura parece haberse apoderado de los despachos angelinos. Del Big Three que les dio dos anillos parece que solo Kobe Bryant continuará. Lamar Odom, cabreado al saber que le habían intentado incluir en la fallida operación Chris Paul , decidió irse a los Dallas Mavericks. Y, después de no poder colocar a Gasol ni en Houston ni en Nueva Orleans, los Lakers llamaron a la puerta de los Golden State Warriors.

DOBLE MENSAJE "Hola soy Pau Gasol de los Lakers. Quiero desearles a todos Feliz Navidad y año nuevo", decía el pívot mirando fijamente a la cámara durante el media day . Una frase dicha con un sentimiento que iba más allá que la rutinaria felicitación. "Si la NBA no hubiera parado la operación, no estaría aquí hoy, pero estoy contento de que no haya pasado. Mi corazón y mi mente están aquí. Quiero estar aquí y esa es la realidad".

Después de que la NBA decidiera frenar en un principio la operación que tenía que mandar a Paul a los Lakers, Gasol a Houston y Odom a Nueva Orleans (que también recibía de los Rockets a Luis Scola, Kevin Martin Goran Dragic y una elección del draft del 2012), las negociaciones se reanudaron la madrugada del sábado al domingo. Pero los Lakers decidieron echarse atrás, al considerar que el precio a pagar era demasiado alto. Odom finalmente reforzará a los vigentes campeones.

Cerrada la opción Paul, Jim Buss, hijo del propietario de los Lakers, y Mitch Kuptchak, el mánager general, siguen soñando con la contratación de Dwight Howard.