El Plasencia-Extremadura confirmó ayer un duro golpe para su pretemporada. Lamar Sanders, el pívot norteamericano fichado recientemente y que se pretendía que fuese la referencia en el juego interior, decidió marcharse a su país, EEUU, alegando falta de adaptación a la ciudad placentina.

La directiva y el cuerpo técnico intentaron convencerle de que se quedara, de que su nostalgia era normal en los primeros días de un jugador norteamericano en Europa. Sanders nunca ha jugado fuera de su país y de momento no lo hará, ya que ni siquiera completó los entrenamientos de ayer y se fue. Ahora, el entrenador, Ñete Bohigas, vuelve a centrarse en la tarea de buscar un pívot.

Con quien sí podrá contar en breve será con Dominick Martín. El hispano-norteamericano jugó la temporada pasada en el Plasencia y al fin ha renovado su contrato, después de muchas semanas de incertidumbre al respecto. También se espera pronto la llegada de Edward Santana, ya firmado y que juega la liga de la República Dominicana.