Joan Laporta, el presidente electo del Barcelona, pondrá en práctica un plan de choque en los primeros 45 días al frente del club, aunque lo primero que hará es ponerse a disposición de las instituciones. El ritmo de Laporta en su primer día como presidente fue frenético. Estuvo en numerosos programas radiofónicos, se reunió con los miembros de su equipo en una comida de trabajo, pero no adelantó nada sobre futuros fichajes.

Ha invitado a los medios a una conferencia de prensa prevista para hoy. En ese acto, seguramente, ofrecerá detalles sobre el estado del caso Beckham , de si Ronaldinho Gaucho es otro de los posibles fichajes. También puede ser la hora de Txiki Beguiristain (director técnico) o de Guus Hiddink (entrenador).

La posibilidad de retirar el recurso ante los juzgados de Madrid, a causa del contencioso que mantiene con la Federación Española por el cierre del Camp Nou, es otro asunto pendiente.

Sandro Rosell, el hombre fuerte de la directiva de Laporta, aseguró que el club podría decidir la disputa del encuentro ante el Celta en Lleida y cumplir uno de los dos encuentros de sanción, pero la importancia de ese partido, en el que el Barcelona se juega la posibilidad de disputar la Copa de la UEFA, podría variar la estrategia.

El futuro de algunos de los jugadores, cuya continuidad está pendiente se dejará para la próxima semana, cuando concluya la temporada.