Joan Laporta podría ser proclamado de nuevo presidente del FC Barcelona el próximo 30 de agosto si la comisión gestora convoca finalmente las elecciones para el 10 de septiembre y no se presentan más candidatos a la presidencia.

Laporta y su junta directiva dimitirán el próximo miércoles 26 de julio, tras aprobar el día antes las cuentas del pasado ejercicio, y el 27 de julio se constituirá la junta gestora, que estará presidida por el presidente de la comisión económica del club, Xavier Sala Martín.

Esta comisión gestora tiene tres meses para convocar elecciones, pero todo parece indicar que el día elegido será el 10 de septiembre, coincidiendo con el primer partido de Liga que el equipo de Frank Rijkaard disputará en el Camp Nou, ante Osasuna. Si finalmente se concreta esa fecha como la de la celebración de los comicios, el 1 de agosto se haría la convocatoria oficial de elecciones y del 2 al 6 de agosto se designarían por sorteo los miembros de la junta y de la mesa electoral, que quedaría oficialmente constituía dos días después.

Tras abrirse una fase de reclamaciones por irregularidades en el censo electoral que desembocaría en la aprobación del censo definitivo, se abriría el plazo (entre el 17 al 25 de agosto) de proclamación de candidaturas.

EN SOLITARIO De momento, Joan Laporta ha sido el único que ha confirmado que se presentará a las elecciones. Jordi Majó, Josep María Minguella y Jordi Medina, los únicos miembros de la oposición que se han pronunciado, continúan a la expectativa, pero son conscientes de que una campaña electoral en pleno agosto no fomentaría precisamente la participación del socio y que apenas tendrían tiempo para dar a conocer sus programas a la masa social.

A ello hay que añadir que se enfrentarían a un candidato que deja el mandato con dos Ligas y una Liga de Campeones a sus espaldas, por lo que estiman que, tal como señalan las encuestas, las posibilidades de derrotar a Laporta en las urnas son mínimas.

Si finalmente Laporta es el único que decide presentarse, el 30 de agosto, fecha en la que se oficializarían las candidaturas, sería proclamado presidente, por lo que ya no sería necesario que se pusiera en marcha la campaña electoral ni, por tanto, que se celebraran elecciones.