La LEB Oro 2020-21 empieza este viernes, pero el Cáceres Patrimonio de la Humanidad tendrá que esperar, covid-19 mediante, una semana para arrancar en Melilla. Está en un grupo de impares que obliga a descansar a un equipo cada jornada. Tampoco jugarán ni Tizona Burgos ni Leyma Coruña, que tenían previsto enfrentarse, pero un positivo en el conjunto local ha obligado al aplazamiento siguiendo el protocolo.

«Nos tenemos que adaptar y ser responsables. Así se evitan contagios y que se pare la liga», dijo Fran Cárdenas justo después de conocerse la noticia. El Cáceres presentó al base_onubense (1,77, 30 años), que destacó que la gran diferencia que habían detectado los jugadores durante la pretemporada había sido la dificultad para disputar amistosos. «Lo normal sería haber hecho seis o siete y solo hemos logrado cuatro», señaló.

Cárdenas, abierto y hablador al máximo, siempre tiene que cargar con la desgracia de que se le pregunte por sus lesiones. Se rompió dos veces la rodilla y eso condicionó una carrera en la que llegó a asomarse a la Liga Endesa con el Obradoiro (2014-17), lo que definió como una «experiencia increíble que me gané yendo de categoría en categoría» y que disfrutó «al máximo», pese a todo. «Las lesiones es algo a lo que los jugadores siempre estamos expuestos. Hace dos años de la última vez y lo he superado, he vuelto a rendir. Me centro en eso y en ayudar al Cáceres ahora. Te deja huella, pero puedo convivir con ello», reiteró.

Antes de todo el infierno de quirófanos tenía fama de director de juego explosivo. Ahora tiende a la etiqueta de cerebral. «Es también la edad. Ya no tengo 20 años. Te va cambiando todo. Creo que soy mejor jugador ahora, o por lo menos diferente. Sé poner el balón en las manos correctas», aseguró. Pronosticó que hará buena pareja con Jorge Sanz: «en el baloncesto, la única manera de conseguir el éxito es estar todos a una. Las individualidades siempre están por debajo del colectivo».