Parece que a la temida crisis no se le resiste nadie, y ni siquiera respeta al baloncesto de alto nivel. Cuando lo habitual a estas alturas de verano sería no parar de hablar de fichajes y nuevas caras en las plantillas de los equipos de LEB Oro, lo único que ahora preocupa a la mayoría de clubs es conseguir financiación para, al menos, poder inscribirse para la próxima temporada. Mañana jueves día 9 acaba el plazo dado por la federación para que los clubs presenten el aval económico necesario para participar en la segunda división del baloncesto español, que asciende hasta los 280.000 euros, y por el momento sólo tres entidades han asegurado su plaza para el curso que viene.

Y es que los patrocinadores no pasan por su mejor momento económico, por lo que muchos han decidido ahorrar en publicidad, lo que no beneficia a los clubs. Como consecuencia: la primera desaparición, con su consiguiente venta de plaza, la del CB Vic, que le ha valido como billete al CB Sant Josep Girona al baloncesto de élite; anuncios de más equipos que no ven salida a su mala situación, y ,sobre todo, un mercado de fichajes prácticamente parado. Además, el Gandía también da casi por perdida su participación.

La ´suerte´ del Cáceres

Dentro de la mala situación general, el club cacereño es uno de los que más se ha movido a la hora de buscar nuevas incorporaciones a su plantilla, y más que nada, de hacerlas efectivas. El Cáceres 2016 ha firmado ya a tres nuevos jugadores: el base Alex González, procedente del León, el alero Francis Sánchez, ex del Tenerife y el más reciente, Xavi Forcada, que jugó con el Palencia la temporada pasada. A estos fichajes hay que añadir la frustrada vuelta de ´El Pollito´ Peña, para la que todo estaba preparado, pero que en el último momento no se materializó, porque éste prefirió la oferta más alta que se le hizo desde México rompiendo su compromiso.

A esto se suma la continuación de cuatro de los jugadores con los que Piti Hurtado ya contó la anterior temporada: Bellas, Angulo y los dos pívots, Guaita y Juan, además de la del propio entrenador.

Sin embargo, la plantilla podría estar ya cerrada del todo, pero no todo son rosas en la aparente bonanza verdinegra. A falta de un día para que finalice el plazo de inscripción, el club sigue a la espera de que el Ayuntamiento pague los 300.000 euros que le debe al club.

Pocos son los que viven una situación tan ´positiva´ como la del Cáceres, pero los hay. Entre esos pocos afortunados brillan el Ciudad de La Laguna, que pagó para asegurarse su continuidad. Además tiene cuatro incorporaciones confirmadas, dos de ellos, Jesús Chagoyén y Ricardo Guillén, provenientes del maltrecho Villa de Los Barrios, que intenta aprobar un presupuesto más que austero para seguir en LEB Oro.

Otro que ha presentado el aval es el Clínicas Rincón, filial del Unicaja, pero de momento no puede hablar de fichajes, sino de cesiones del ´hermano´.

Estables

Por otro lado los hay que prefieren la estabilidad, y, ante las aguas revueltas, se aferran a lo que ya tienen seguro. Es el caso del Melilla, que ha optado por apostar por la plantilla que les dio el tercer puesto este año. Pero la peor parte se la han llevado, o se la van a llevar, aquellos a los que ni las propias instituciones, que se han convertido en los grandes salvavidas, pueden apoyar. El Vic ya se despidió, y ahora amenazan con hacerlo otros, como el recién ascendido Palencia o el UB La Palma, que no quiere embarcarse en una aventura que no se ve capaz de abarcar.

Esta claro que sin dinero no hay basket, pero lo que unos no tienen, a otros les sobra. Así que sea con unos o con otros, al año que viene habrá LEB Oro, con nuevas reglas, pero eso es otra historia.