La fuerza del interior de una persona no se llega a conocer hasta que la vida no te pone en un aprieto. Juan Diego Domínguez Gragera, ese alevín que se incorporó a nuestro grupo en la temporada 2006/07, comenzó su andadura en el Club de Atletas Montijo ilusionado con ser lanzador de martillo. Juan Diego nos tenía una lección reservada que nunca se nos olvidará. Ante la adversidad de este tiempo él ha sido el más fuerte, ante la tristeza el más alegre y ante el pesimismo el más optimista. Por todo ello, amigo Juan Diego, gracias por tu fuerza y gracias por estar ahí día tras día demostrándonos que nunca se puede perder la esperanza en la vida. Mil gracias.