La polémica vuelve a estar de plena actualidad en el mundo del ciclismo. La causa no es otra que la decisión que ha tomado el comité directivo de la Unión Ciclista Internacional (UCI), reunido en Doha, donde se estan celebrando los Mundiales 2017, de volver a legalizar en el profesionalismo la utilización de los frenos de disco, prohibidos en primavera, a raíz del accidente que sufrió el ciclista español Fran Ventoso, del conjunto Movistar (por cierto, el próximo año correrá en el BMC estadounidense).

La UCI abrió un plazo de consultas entre las asociaciones de corredores, los fabricantes (favorables al uso de este material) y los representantes de los equipos, que querían tener todas las garantías y evitar posibles cortes, como los sufridos por Ventoso en la París-Roubaix, en el caso de caídas. En la primavera pasada, algunas federaciones prohibieron también la utilización de los frenos de discos en marchas cicloturistas. La francesa fue la primera. Posteriormente, la federación española recordó que nunca había dado su visto bueno a este tipo de accesorio, aunque más tarde sí permitió los frenos de disco en todas las carreras que no tenían un carácter competitivo oficial.

A partir de enero, es decir para la próxima temporada profesional que empezará en Australia, ya se podrán volver a usar los frenos de disco aunque con algunas modificaciones. Así, el borde perimetral del rotor del freno no podrá ser superior a los 90 grados y los discos deberán estar suavizados o limados. Cada mes se revisará el material y la UCI seguirá de cerca la implantación en las bicis.