Giro lampedusiano en el Cacereño: todo debe todo cambiar para que todo siga igual. El club oficializó ayer su nueva organización, consistente en una fórmula inédita: siendo una sociedad anónima deportiva con su consejo de administración, también contará con una junta directiva que ayudará a nivel de gestión, no en cuanto a responsabilidades económicas.

La noticia y los nombres ya se habían anunciado hace unos días, pero el acto de presentación se convirtió en un repaso a varias voces a las cuestiones que preocupan --y casi atormentan-- a una entidad histórica que parece vivir un punto de inflexión.

Buena parte de la comparecencia de los nuevos directivos --varios de los cuales llevan varios años colaborando con el CPC-- giró alrededor de cuál será la casa del equipo la próxima campaña. La conclusión principal es algo que ya lleva dejándose caer hace tiempo: hay muy pocas posibilidades de continuar en el estadio Príncipe Felipe.

"Es que es prácticamente imposible jugar allí, por la economía y por las condiciones en las que está", dijo Angel Rolo desde su estrenado cargo de vicepresidente deportivo. "Hay varias opciones todavía y tendremos que verlas entre todos", añadió. Entre ellas, la favorita era --y sigue siendo, pese a las trabas-- la Ciudad Deportiva, pero la Junta de Extremadura, su propietaria, no la cede. "Solo la pedimos 19 domingos al año, nada más. Entendemos las razones que nos dan para negarse, pero solo pedimos ayuda en un momento muy cumplicado", indicó el responsable de comunicación, José Luis Leo.

El campo de El Cuartillo, el de la Federación en Pinilla... En todas las otras opciones hay sus problemas. Y en el horizonte, Sierra de Fuentes o Casar. "Se han ofrecido --admitió Leo-- y tienen pros y contras, pero nosotros no queremos irnos de Cáceres por pura lógica y por respeto a nuestros socios".

El club lanzó un mensaje unitario sobre abandonar el Príncipe Felipe. El nuevo asesor jurídico, José Luis Pérez, llegó a aludir a motivos de seguridad y aseguró que su cubierta podría derrumbarse de un momento a otro porque hay grietas en el hormigón. "Para seguir jugando allí habría que hacer una fuerte inversión", apuntó

DOBLAS Todo muy en la línea de lo que lleva soltando estos últimos meses Antonio Martínez Doblas, el consejero delegado y principal propietario de la entidad. Estuvo en el acto, pero mantuvo un discreto segundo plano. Sí se mostró muy satisfecho de haber incorporado a personas que le ayuden en llevar la entidad. "Se da un paso muy positivo, porque toda esta gente quiere al equipo y está bien que se organice y nos apoye en el día a día y en la toma de decisiones, porque realmente hay muchas cosas y no damos abasto. Es una junta abierta a que haya más gente que venga con ideas", declaró, terciando en ocasiones cuando sus nuevos colaboradores hablaban. Casi siempre lo hizo en la línea de lo "difícil que es tener un equipo en Segunda B" y en que sus propias dificultades económicas se debían transmitir obligatoriamente al Cacereño. "Con más puntos de vista habrá menos errores", destacó.

Aparte de los reseñados, otras personas que se han incorporado a esta directiva son Maxi Hortet (gerente), Jaime González (vocal de la vicepresidencia deportiva), Juan José Jiménez (vicepresidente económico), José Luis Bravo (vocal de la vicepresidencia económica), José Diego Rodríguez (vicepresidente social), Francisco Javier Izquierdo (vocal de la vicepresidencia social) y Narciso Blanco (vicepresidente comercial) y Cristian Méndez (director general).