El Badajoz comenzó ayer a preparar el choque del próximo domingo en Cáceres. El primer verdugo del Cacereño en esta temporada, con su victoria por 3-2 en el Nuevo Vivero en la décimosexta jornada de liga, afrontará un partido decisivo para sus aspiraciones de acabar entre los cuatro primeros. Una derrota en el Príncipe Felipe y un triunfo del Don Benito ante el Olivenza, pondría la distancia en cinco puntos más el gol-average con sólo nueve puntos en juego, por lo que la liga estaría casi sentenciada. Para que esto no suceda, los jugadores de Fael deben ganar al segundo clasificado.

Letu y Gabri volverán a la convocatoria tras un partido de sanción, mientras que es baja casi segura el delantero Javi Bolaños, que sufrió hace once días una rotura fibrilar, en la victoria blanquinegra en el campo del Moralo (0-2). Tampoco estará el centrocampista Iván Cabanillas, por motivos laborales.

Mientras tanto, serán duda el defensa José Domínguez, que el pasado domingo pidió el cambio en el derbi con una contractura en el isquiotibial derecho y el meta Kouba, que sufre amigdalitis, por lo que el portero suplente sería juvenil. El resto de jugadores están preparados y motivados para superar una situación difícil pero no imposible.

En el lado positivo, el Badajoz lleva cinco puntos de los últimos nueve, con empates a uno en casa ante el Sporting Villanueva y Cerro de Reyes, y victoria en Navalmoral de la Mata. Pero las cinco derrotas en las nueve jornadas anteriores le han pasado una factura, que si no reacciona ya, será demasiado cara.