A la tercera jornada, el Barça espantó todos sus males. Y en la novena, mes y medio más tarde, ya era el líder de la Liga BBVA tras haber encadenado cinco victorias consecutivas y superar el lodazal de La Rosaleda y ganar al Málaga (1-4) en otra nueva versión del Barcelona de Guardiola. Llovía a cántaros sobre la ciudad andaluza, el balón no podía deslizarse sobre el césped y el técnico dio una orden antes de empezar: "Tirad balones lejos y luego buscar la segunda jugada". Dicho y hecho. El equipo interpretó el partido perfectamente y Guardiola, cansado de que ensalzaran su trabajo para despreciar el de Rijkaard, alzó la voz.

"Me incomodan estas preguntas, yo no estaba el año pasado, pero había un entrenador que hizo cosas extraordinarias, que dignificó de forma extraordinaria al club y, además, ganó dos Ligas y una Champions", dijo Guardiola para defender a su colega. "El no se merece estas comparaciones. Y esta pregunta ya me cansa", añadió el técnico azulgrana. Unas palabras que dicen mucho de su grandeza y de su forma de ver este deporte. Quien no se cansó de ganar fue el Barcelona. Agarró el liderato en noviembre y no lo ha soltado hasta el final con rachas espectaculares. Después de las dos primeras jornadas, sumó 59