Valencia: Palop, Caneira (Angulo,m.52), Ayala, Marchena, Carboni, Sissoko, Albelda, Fabio Aurelio, Aimar (Mista,m.75), Di Vaio (Rufete, m.68) y Vicente.

Barcelona: Valdés, Belletti (Motta, m.68), Puyol, Oleguer Presas, Van Bronckhorst, Márquez, Xavi, Giuly (Iniesta,m.78), Deco, Ronaldinho y Eto´o.

Goles: 0-1, m.27: Ronaldinho. 0-2,m.29: Eto´o.

Arbitro: Losantos Omar (colegio vasco). Amonestó por el Valencia a Sissoko y por el Barcelona a Belletti, Victor Valdés y Oleguer. Mostró la tarjeta roja directa a Marchena (m.67) por una dura entrada.

Incidencias: Partido disputado en el campo de Mestalla ante 50.000 espectadores. Terreno de juego en buenas condiciones. 1.200 barcelonistas en la grada.

El Barcelona, con goles de Ronaldinho y Eto´o, marcados en tan sólo dos minutos, impuso su calidad en Mestalla, donde ganó con autoridad por 0-2, lo que le sitúa en una posición inmejorable para ganar el título de Liga, con tres bolas de partido en los tres encuentros que restan para la conclusión de la competición.

El equipo catalán demostró que sabe aguantar la presión y pudo con su rival tanto en la distancia larga del juego colectivo, en el que apenas dio opciones al rival, como en la distancia corta de la calidad individual de sus futbolistas, que se mostró de manera especial en los dos goles que consiguió.

Enfrente, el Valencia ofreció una nueva muestra de la imagen triste que ha presentado a lo largo de toda la temporada y sólo con el empate a cero estuvo a la altura del rival. Tras la expulsión de Marchena sólo se le puede aplaudir por el espíritu de sacrificio que mostró para evitar una goleada de escándalo.

El Barcelona llegó a Mestalla justo como viajaba el Valencia hace un año, cuando se proclamó campeón: totalmente convencido de sus posibilidades, sin descomponerse nunca, exasperando al rival y con la seguridad de la oportunidad de marcar llegaría antes o después.

El premio del gol para los barcelonistas fue doble y consecuencia de la gran calidad individual de Ronaldinho y Eto,o, que en tan sólo dos minutos y en dos acciones impresionantes permitieron que su equipo diera un paso de gigante para ganar la Liga.

Tras el 0-2, el Valencia pasó por su peor momento: sus jugadores, algunos de ellos ubicados de salida en posiciones inusuales, se mostraron nerviosos y más cerca estuvo un nuevo gol del equipo de Frank Rikjaard que la posibilidad de que los valencianistas acortaran distancias y se metieran en el partido. A medida que avanzaba el segundo tiempo crecía la solidez del Barcelona, que tenía el balón y no sufría en defensa, y los defectos del Valencia quedaban al descubierto.

SIN ALICIENTE Una de las cuentas pendientes que los jugadores del Valencia deben tener con Deco se resolvió con una dura entrada de Marchena que vio la tarjeta roja directa cuando quedaba casi media hora para el final, lo que rompió el partido.

Al Valencia sólo le quedaba luchar y estar atento para no descomponerse del todo y sufrir una goleada dañina. Tuvo la suerte de que el Barcelona no quería más que divertirse con la pelota en los pies. Fue un partido con muchos minutos de la basura, entre un equipo que avanza si alardes, pero con pasos muy firmes hacia el título y otro al que le hace falta que acabe la temporada, aunque matemáticamente no ha perdido sus opciones de disputar la próxima edición de la Liga de Campeones, porque le quedan tres oportunidades para conseguirlo.