Ni salvaciones de última hora ni dramas desbocados. Llegó el día y el Cáceres 2016 agotó el plazo de búsqueda de una nueva directiva que propulse el proyecto de la próxima temporada. A partir de hoy, el club de baloncesto de la ciudad abre oficialmente las conversaciones para vender su plaza en la Liga LEB, aunque con una pequeña puerta abierta por si alguien, a última hora, se aviene a intentar evitar lo inevitable.

Tras catorce años de baloncesto de élite en Cáceres --uno en Primera, once en ACB y dos en LEB--, la dimisionaria junta directiva empezó a escribir el principio del fin cuando pasadas las nueve de la noche se reunió en la sede del club para tratar la falta de nuevas propuestas de dentro de la ciudad y el interés que se ha recibido ya por parte de otros clubs para adquirir el puesto en la segunda categoría de la canasta nacional.

Presididos por Felipe Fernández, el ambiente entre los directivos era de escepticismo y un pesimismo que todos intentaban dulcificar: "es realismo, es realismo. No ha surgido nadie que pueda hacerse cargo y nada hace indicar que pueda ser así en las próximas horas".

FUTURO INMEDIATO Fernández era el único que reconocía conservar "un poco de esperanza, porque esta semana es muy larga". Se inspira para ello en las declaraciones del concejal de Deportes, Lázaro García, en el sentido de que se iba a hacer todo lo posible para evitar la desaparición del club. Sin embargo, a nadie le consta que el ayuntamiento haya realizado movimiento alguno para aglutinar más apoyos de los que el Cáceres tiene actualmente. Si alguien llamase a la puerta a última hora, las negociaciones con los aspirantes de fuera se interrumpirían automáticamente, aunque la cesión de derechos se espera cerrar en diez días a lo sumo.

Durante todo el día de ayer, Fernández atendió llamadas de personalidades del deporte extremeño para intentar que el rumbo de los acontecimientos variase. La última, la de su homólogo en el Plasencia Galco, Antonio Martín Oncina.

A la reunión acudió Teodoro Casado, contacto entre el club y el gobierno municipal por los muchos años de amistad y colaboración con el alcalde, José María Saponi. Pese a su habitual optimismo, Casado se resignaba a lo que se presenta como el destino del club: empezar a hablar abiertamente con las ciudades interesadas a acoger el equipo la próxima temporada. A las que han llamado hasta ahora --no menos de tres, con el club de San Sebastián como más firme candidato y un posible tapado -- se las emplazó para hoy, aunque las condiciones están claras: sólo se busca una cifra económica que no se vea rebajada por ir acompañada por una plaza en LEB-2 o EBA. Basilio Hermoso, el abogado que colabora habitualmente con el Cáceres, estuvo ayer en la reunión de la directiva y será el que lleve la parte eminentemente técnica de las conversaciones, en la que Fernández y el gerente, Julio Espino, tomarán las decisiones finales. Su intención es informar a la opinión pública y al alcalde cuando se vaya a producir un acuerdo.

CONTRADICCION Los dirigentes verdinegros comentaban irónicamente antes de comenzar su junta que nadie quiere hacerse cargo del club "ahora que va a estar más saneado que nunca". De hecho, y cuando se terminen de cobrar todas las subvenciones oficiales ya aprobadas que quedan pendientes y se retire el aval federativo, el Cáceres estará virtualmente a cero en cuanto a deudas.

En principio, la idea para la temporada 2005-06 es conservar íntegra la estructura de cantera, con jugadores y técnicos en las categorías junior, cadete e infantil. Al igual que ha ocurrido en el Círculo Badajoz la campaña que termina, no habrá ningún equipo profesional, ni siquiera en la Primera Autonómica. Decepcionado por la falta de apoyos, el grupo de trabajo presidido por Felipe Fernández no varía en su idea de marcharse, pero podría reconsiderar su postura si existiera un vacío de poder que impidiese también la supervivencia de la entidad y su estructura de base.