El periodo de recuento y validación de las firmas para que los aspirantes a la presidencia del Barcelona se conviertan en candidatos está resultando la fase más polémica del periodo electoral, después de que ayer nuevas denuncias hayan enturbiado el proceso.

Todo se ha originado por el agradecimiento que, a través de una empresa de mercadotecnia telefónica, ha trasladado la precandidatura de Jaume Llauradó a todos los socios que le han entregado su firma al empresario catalán.

Según ha comentado a EFE un portavoz del equipo de Llauradó, las llamadas se han orientado en dos direcciones: "Una, para agradecer a todos aquellos que nos han brindado su apoyo, y una segunda para solicitar el voto, tanto a los primeros como a los que no nos han dado su apoyo". Mientras, en el resto siguen las quejas por el proceso que se está llevando a cabo.