Ocurrió hace casi un año, el 29 de diciembre del 2009. "Es un jugador que está confundido. Es un buen chaval, un buen jugador. Lo he hablado claro con él. ´El día que juegues contra mí, me meterás 25 puntos. Lo tengo asumido´. Le deseo lo mejor". El dueño de estas palabras es Gustavo Aranzana, entrenador del Cáceres 2016, explicando ante la prensa el corte de Roger Fornas, unas horas después de comunicárselo a él. Pues bien, faltan poco más de 48 horas para el "día de los 25 puntos": los cacereños visitan el miércoles al Tarragona, el actual equipo de Fornas, donde parece haber relanzado su carrera profesional tras unos meses aciagos en Cáceres.

No es descabellado pensar que el pívot catalán pueda clavarle 25 a Aranzana y sus chicos. El miércoles alcanzó los 17 ante el Huesca, asentado como titular y recuperando su toque en el tiro exterior, uno de sus grandes déficits en el Multiusos, donde solo metió 5 de los 35 triples que intentó, un 14%.

Números, números

Ese irrisorio porcentaje ha mejorado ahora a un 30% (18/60), que adereza con 9,6 puntos y 3,1 rebotes en 17 minutos. Es un jugador importante en la rotación de Berni Alvarez, el único equipo que ha sido capaz de ganarle al Obradoiro esta temporada, aunque marcha en una incómoda decimoquinta posición con cinco victorias y diez derrotas, balance inverso al del Cáceres.

A Fornas lo echaron para dar cabida a Carlos Cherry. A Aranzana no le gustaba su rendimiento. "Las estadísticas (3,4 puntos y 2,3 rebotes en 10 minutos) son claras. Ha tenido seis equipos en seis años. No acaba la temporada donde la empieza. A veces en esta vida el enemigo no es el que toma una decisión mala para ti, porque, como es el caso, le he dicho las cosas a la cara", afirmó el entrenador.

El jugador se autoinculpó de su flojo rendimiento ("pido perdón a mis compañeros y a la afición"), aunque también se quejó de que se le intentase hacer bajar cinco kilos y medio en dos semanas. "Apenas comía", recordó. También dijo que le dolió que se pusiese en duda su actitud. Se marchó a Andorra, en LEB Plata, donde tampoco lució en exceso, pero en su vuelta a Tarragona sí le están saliendo bastante bien las cosas. Quizás a estas horas esté afilando la muñeca para cumplir la profecía de Aranzana.