"Carleton Scott llevaba seis partidos sin darnos absolutamente nada. Teníamos una racha malísima, pero no por juego, sino por los rivales duros que hemos tenido. Seguimos mejorando. Cuando llegue Dreke Bouldin vamos a ir para arriba porque el equipo tiene una ética de trabajo extraordinaria". Lo dijo Gustavo Aranzana el viernes por la noche tras la victoria del Cáceres Patrimonio de la Humanidad en La Palma (78-85) y, unas horas después, su deseo de tener al nuevo americano se cumplió. Bouldin llegó a la ciudad y pasó el reconocimiento médico, por lo que ya está a disposición del técnico para el choque del próximo viernes ante el Lleida.

El alero aterrizó sin mayores novedades que su deseo de conocer a sus nuevos compañeros. Se supone que le recibirán felices tras un triunfo agónico, pero que ha sabido casi mejor que ninguno de los últimos años. Las dudas por el rendimiento del equipo fuera de casa se estaban multiplicando. De hecho, el del viernes es el segundo triunfo lejos de Extremadura en lo que va de 2011. El otro también fue en el mismo escenario, en la última jornada de la liga regular de la pasada temporada.

A juzgar por sus declaraciones posteriores, Aranzana participó de la importancia que según muchos tenía el choque de Canarias. "Hemos sido justos vencedores por la mejoría defensiva. Estoy muy contento con el comportamiento del equipo. Ha sido durísimo cómo ha forzado la prórroga La Palma, con ese robo de balón a Pedro Robles. Un golpe fuerte, pero nos hemos sabido recuperar. Nos da muchísima alegría", comentó.