ESPAÑA: Iker Casillas; Sergio Ramos (Arbeloa, m.82), Puyol, Piqué, Capdevila; Busquets, Iniesta, Cazorla, Silva; Villa (Pablo Hernández, m.75) y Llorente (Aduriz, m.75).

LITUANIA: Karcemarskas; Skerla, Stankevicius, Radavicius, Kijanskas; Semberas, Cesnauskis (Poskus, m.84), Mikoliunas (Cesnauskis, m.58), Panka, Danilevicius (Klimaucius, m.82) y Sernas.

GOLES: 1-0, m.46: Llorente. 1-1, m.54: Sernas. 2-1, m.56: Llorente. 3-1, 78: Silva.

ARBITRO: Gianluca Rocchi (ITA). Sin amarillas.

INCIDENCIAS: Segundo encuentro de la fase de clasificación a la Eurocopa 2012.

La selección española derrotó a Lituania (3-1) en una fiesta en El Helmántico, en su primer encuentro en el país tras conquistar el Mundial, en un partido que desatascó con dos goles Fernando Llorente y que cerró David Silva, con tres tantos de cabeza en la vuelta a casa del hijo predilecto Vicente Del Bosque.

El éxito del Mundial pasa factura. La selección española campeona del mundo está acusando el desgaste con lesiones de hombres importantes. La ausencia de Xavi Hernández es un quebradero de cabeza para cualquier técnico. El mejor cerebro del planeta deja tocado a todo equipo que le pierde.

Si al jugador que marca un estilo y mejora a sus compañeros, se le suma la ausencia de su sustituto natural, Cesc Fábregas, y su escudero, Xabi Alonso --baja de última hora por gripe--, el centro del campo pierde su identidad. Del Bosque tiró de galones antes de apostar por un futbolista que jugase en su posición natural. Con Iniesta al mando, Cazorla pasó al centro.

El héroe de Johannesburgo aportó cosas diferentes a Xavi. Lanza un fútbol más directo. Recibe el esférico, levanta la cabeza y juega con velocidad. Se asoció a la perfección con Villa, escorado a la izquierda donde hizo diabluras que acabaron en ansiedad en la zona de definición.

Las llegadas al área de Lituania fueron continuas, hasta catorce en el primer acto, con seis disparos a puerta y dos a la madera, un testarazo de Sergio Ramos (min.21) y el fallo más evidente de la carrera de Villa (44), cuando solo con la portería, estrelló su disparo en la madera.

La ausencia de jugadores importantes no hizo a Del Bosque tocar su sistema. Mantuvo el 4-3-3, con Silva y Villa desequilibrando en los costados, pero sin encontrar la potencia de Llorente. El 9 de España ante la baja de Torres, creó peligro siempre que entró en juego. Pidió penalti cuando buscó su primer remate, al recibir un golpe en la cara de Kijanskas. Hizo lucirse al portero lituano al borde del descanso. Y marcó nada más reiniciarse el encuentro y después del empate de Lituania. Fue la clave.

LITUANIA, MUY DIGNA Abrió la lata cuando más falta hacía, para que no pesasen las acciones falladas en la primera parte cuando Villa encontró puerta en tres acciones y la mandó a la grada en cuatro, en el inicio de una obsesión por convertirse en el máximo artillero de la historia de La Roja .

Lituania defendía como podía el vendaval, sin opciones de mostrar la calidad que la convertía en la revelación del grupo. No encadenaba más de tres toques seguidos pero se mostró letal a la contra, inquietando a Casillas. Desarrolla el capitán una concentración clave. Apenas le llegan en el Real Madrid y la selección, pero tiene que responder en momentos clave. Salvó el disparo de Danilevicius, a cuatro del descanso, cuando optó por la potencia antes que la colocación pero nada pudo hacer en el 54, cuando Sernas encontró una autopista por el centro de la defensa y definió con calidad.

España reaccionó como los campeones. Se levantó al instante del golpe y segundos después Cazorla sentó a su rival en una baldosa y sacó un centro medido a la cabeza de Llorente. De nuevo en el sitio adecuado. El partido ya era español y Silva solo tuvo que sentenciarlo.