Marta Bote, atleta de Arroyomolinos que pertenece al Emérita Atlético y una de las más firmes promesas-realidades extremeñas, acaba de terminar la prueba juvenil del Cross Diputación de Cáceres. Es la primera de su categoría y corre de nuevo, esta vez para resguardarse de la lluvia que cae incesante sobre El Cuartillo.

La estampa tiene continuación durante toda la mañana. Aquello, por momentos, parece el diluvio. Víctor Luengo, un clásico entre los clásicos, está con los suyos del Almaraz, algunos de los cuales calientan bajo la lluvia. Les hace falta más que nunca. Por allí pululan los grandes , con Javier Alves, Carlos Gazapo, Noelia Muñoz o Carmen Ledesma, que después serían los protagonistas indiscutibles de las carreras senior.

"Venga, venga, hay que estirar", se escucha. Incluso los niños de 9 y 10 años que participan en unos minutos en el mini-cross sufren los rigores de la lluvia. El público se resguarda en el chiringuito , cuyas lonas para tapar se vienen abajo.

El agua lo puede todo. O, más bien, casi todo. No puede con los deportistas, más o menos jóvenes, más o menos veteranos. Ver correr al escritor Fernando Ayala es toda una delicia. Contemplar que el barro tapa la indumentaria de Carlos Gazapo y Mario Mirabel, brillantísimos segundo y tercero de la carrera senior, otro tanto. Y comprobar cómo niños de 10 años terminan su prueba con una sonrisa en la cara no tiene precio. El presidente de la Diputación, Laureano León, presente en la prueba, parece feliz en su estreno de una de las pruebas insignia de la institución.

Noelia Muñoz, Carmen Ledesma y Conchi Hidalgo llegan por delante de Agueda Rodríguez, emergente especialista en triatlón. La ganadora de la prueba senior, policía local en Orellana la Vieja, apenas parece cansada. Tampoco Alves, patrocinado por la diputación y con rumbo a Londres si no hay sorpresas finales. Su infatigable entrenador, Manolo Ordiales, lo sabe. Y sabe también él --y muchos de los que por allí están-- que en el cross sufrir ya de es de por sí ganar.