La lluvia no solo pasó factura a los jugadores sobre el campo, también lo hizo en la grada. Un dato: los espectadores que estaban en la zona de preferencia hicieron una ruta turística por el Príncipe Felipe en el descanso para acabar cobijados en los asientos libres que había en tribuna. Hasta entonces, los paraguas se dejaban ver. Eran el refugio de los más valientes que habían preferido el estadio a ver el partido por la televisión.

El mal día también hizo que mucho aficionados pacenses prefirieran quedarse en sus casa a desplazarse hasta Cáceres. El que si lo hizo fue el presidente del equipo cerrista, Antonio Olivera ´Cachola´, que estuvo en el palco junto a Antonio Martínez Doblas y Antonio Martínez Buzo. Al máximo dirigente del equipo pacense le entonaron varias canciones los aficionados cacereños, con letras no muy agradables para sus oídos.

Entre las autoridades se echó en falta a algún miembro del Ayuntamiento de Cáceres. Quizás no era el mejor momento para acudir al estadio Príncipe Felipe por la discusión entre club y consistorio por el no pago de la subvención correspondiente al año pasado. Había pancartas para recordarlo por si alguien pasaba por allí: "Carmen Heras paga ya", decía una.

Apoyo a Rai

El pequeño delantero cacereño Rai tiene también su grupo de incondicionales, como si de una figura mediática se tratara. En lo alto de la zona de tribuna, ataviados con su pancarta, los incondicionales no pararon de animar al punta. Este les devolvió el saludo al terminó del encuentro, pero esta vez se quedó solo en eso y no les pudo dedicar el gol que reclamaban.

A pesar del frío y la lluvia la afición cacereña estuvo animosa, incluso, más que de costumbre. Lo notaron los jugadores locales y sobre todo el trío arbitral. Las protestas fueron constantes y el abucheo en el descanso y al final del partido, clamoroso. Al término, todos se fueron satisfechos, no se consiguió la victoria pero el esfuerzo de los jugadores merecía la ovación final que los aficionados tributaron a los futbolistas de su equipo.