Era un regreso muy esperado, no solo entre los 'motards' y fans de todo el mundo, sino también en el ambiente del 'paddock' del Mundial de motociclismo. El australiano Casey Stoner, bicampeón de MotoGP con Ducati (2007) y Honda (2011), no ha podido resistir más de nueve meses desde que anunció su retirada, a mediados de la pasada temporada, con duras críticas a las carreras --"son muy aburridas"-- y a la organización del campeonato.

Stoner, de 27 años, aceptó el ofrecimiento realizado por el japonés Shuhei Nakamoto, máximo responsable del equipo de competición de Honda, y del italiano Livio Suppo, su mano derecha y el hombre que contrató al piloto australiano para la firma alada, para realizar unos entrenamientos privados de dos días, martes y miércoles, en el circuito que la firma nipona tiene en Motegi, el Twin Ring Motegi.

Pendientes del cielo

En esos ensayos, que debían de haberse celebrado este martes pero que han tenido que ser aplazados hasta el miércoles por culpa de la lluvia, Stoner iba a probar durante la primera parte de la jornada la actual Honda RC213V, que ha colocado al catalán Marc Márquez al frente del Mundial de MotoGP y con la que Dani Pedrosa, a 16 puntos del bicampeón de Cervera, intenta conquistar el título que le falta. Después pensaba dedicarse a probar otras motos.

Honda reconoció en su momento que quería conocer la opinión de Stoner sobre su moto actual, así como poner en sus manos la nueva evolución de esa máquina para la próxima temporada, que ya probaron, sin excesivo entusiasmo, tanto Márquez como Pedrosa en unos entrenamientos de este año en Motorland. Otra de las misiones del australiano en su regreso a las carreras o, al menos, a la alta competición, ha quedado también postergada hasta este miércoles: dar su opinión sobre la RCV 'carreras cliente' que Honda está preparando para los equipos privados que puedan comprarla la próxima temporada.

Solo seis vueltas

"Ha sido una lástima --señala Stoner en el comunicado de Honda-- que la lluvia nos haya impedido hacer el trabajo que teníamos programado, pero esas seis vueltas que he dado con la RCV213 me ha sabido a gloria. Ha sido una manera hermosa de volver a pilotar, pues tenía muchas ganas. Esperemos que este miércoles el tiempo nos permita hacer buena parte del trabajo para el que hemos venido a Motegi". El piloto está acompañado en estos ensayos por el telemétrico italiano Christian Gabarrini, su hombre de confianza en la parte técnica cuando corría en el equipo Repsol-Honda, que ahora ejerce funciones de asesoría en el equipo de Márquez.