El récord de España ha quedado en un segundo plano, evidentemente». Javier Cienfuegos Pinilla (Montijo, 25 de julio de 1990) está feliz. Inmensamente feliz. «Sin duda, el mejor fin de semana de mi vida, claro» A las seis de la tarde del pasado sábado, en Jaén, su lanzamiento de 77 metros y 32 centímetros supuso pulverizar su mejor registro nacional. Pero de madrugada, ya de vuelta a su casa, tuvo que viajar precipitadamente a Badajoz. Su mujer, Ari, se disponía a dar a luz.

Y lo hizo, para alegría de la pareja y de toda familia. «Se llama Lola y está perfectamente». El plusmarquista español de martillo disfrutaba ayer por la mañana del nacimiento de su primera hija. «Del Materno no me he movido. Aquí estoy todavía». A las 13.00 horas del lunes, el extremeño sigue al pie del cañón. «Hoy (por ayer) no entreno». Mañana sí. «Tendré que hacer algo, que tengo la Copa de Europa el próximo fin de semana», comenta a este diario.

«Ya le dije a Javi que tenía a quién dedicarle el récord». Antonio Fuentes, su entrenador, también está doblemente satisfecho. El deportista es evidente que lo ha hecho y relata que no estaba previsto que todo fuera tan unido. «El día 12 teníamos monitores, por lo que no esperábamos nada aún, pero a mí me gusta dormir en casa, aunque llegue tarde, y viajamos el mismo día desde Jaén. Mi mujer tenía las lógicas molestias, pero nunca pensábamos que iba a ser este fin de semana. Yo estaba ya dormido, y ella me dijo que ya le habían entrado contracciones. Cogimos el coche y nos fuimos para el Materno», cuenta con esa naturalidad que distingue al martillista.

«Va todo bastante bien. Como son 48 horas, no creo que haya problemas para volver a casa pronto». Se prevé que el matrimonio y la niña estén en su domicilio montijano hoy mismo. En Jaén estuvieron sus padres y su entrenador, no así su mujer, que estaba perfectamente informada del récord de España. Lo que llegó después nadie lo tenía planteado para este fin de semana tan especial para toda la familia Cienfuegos.

Deportivamente, el martillista está pletórico porque vive su mejor momento. «Sabía que estaba entrenando bien», aseguraba. Y en su mejora hay que añadir dos nuevos nombres, además del de Fuentes. Son Carlos Burón, «para el tema de fuerza», y un fisioterapeuta montijano, Fernando Macarro, que ha trabajado con el Mérida de fútbol hasta el pasado año. «Es impresionante cómo está trabajando con Javi», dice Fuentes. Con respecto a Macarro, el propio atleta aseguraba que está siendo clave en su progresión en positivo.

Tanto el entrenador como el deportista afirman que también está siendo determinante la edad, en plena madurez. «De 28 a 32 años dicen los estudios que es la ideal», asegura ‘Cienfu’ mientras el preparador lo sitúa en dos años menos, «desde los 26». En cualquier caso, el lanzador ha tardado en batir su propio récord seis años. «Estamos en marzo, y la temporada dura hasta septiembre», recuerda el montijano cuando se le plantea si puede conseguir una nueva plusmarca nacional en lo que resta de campaña. Pleno de confianza, no lo duda. Y de hecho, en los entrenamientos lo ha conseguido, aunque sea en esa condición, con menos presión encima.

En plena evolución, tanto Fuentes como Cienfuegos están en continuo debate sobre la técnica utilizada. «Tira mucho de su hombro; yo intento que sea más de pie y menos de hombro», aduce el técnico, quien asume que «es bastante complicado». El martillo es una especialidad muy difícil de llevar a cabo si ya se tienen automatismos asumidos. El padre aún puede mejorar.