La combinación del ala-pívot Kevin Love y el base español Ricky Rubio fue la clave que permitió a los Timberwolves de Minnesota ganar en la prórroga 120-115 a los Magic de Orlando.

Love, que se perdió la mayoría de la pasada temporada por culpa de las lesiones que sufrió en la mano y rodilla, volvió en plenitud de forma al conseguir un doble-doble de 31 puntos y 17 rebotes.

El jugador franquicia de los Timberwolves también fue decisivo al anotar el triple que empató el encuentro, a 10,2 segundos del final, y que forzó la prórroga, en la que los Timberwolves consiguieron la victoria en su partido inaugural de la nueva temporada.

Rubio, que jugó 40 minutos, hizo una excelente labor en la dirección del juego y aunque no estuvo inspirado en los tiros a canasta al final consiguió un doble-doble de 13 tantos y 11 asistencias.

El base internacional español anotó 5 de 15 tiros de campo, incluido un triple en tres intentos y 2-2 desde la línea de personal. Capturó seis rebotes, recuperó dos balones, perdió cuatro y puso un tapón.

Mientras que el base puertorriqueño José Juan Barea se convirtió en el sexto jugador de los Timberwolves al aportar 11 puntos, en los 20 minutos que disputó.

Barea anotó 4 de 9 tiros de campo, incluido un triple en dos intentos; repartió cuatro asistencias y capturó dos rebotes.

El escolta Arron Afflalo se convirtió en el líder del equipo de los Magic al conseguir 28 puntos y nueve rebotes, mientras que el pívot suizo Nikola Vucevic aportó un doble-doble de 22 tantos y 16 balones capturados bajo los aros.

La derrota fue la segunda consecutiva de los Magic después de perder en la jornada inagural ante los Pacers de Indiana.