Catalogar a Luis Jaime Puebla (Toledo, 20 de octubre de 1963) en el siempre muy particular universo del Cacereño es tarea complicada. ¿Qué hace alguien de fuera de la ciudad liderando al club en la temporada del centenario? Esa es la gran pregunta. Él dice que se siente apoyado «por mi familia, por un gran cuerpo técnico, por los jugadores y por empresarios», pero su perfil tiene mucho que ver con la soledad del gestor al que los futbolistas y aficionados, en privado y en público, alaban.

El video que hizo el domingo la plantilla celebrando el triunfo ante el Moralo, con el propio Puebla participando de la fiesta, así lo demuestra. Puebla es, en cualquier caso, una persona que llegó como hombre fuerte de Álvaro López y que, insiste, hará del decano un club grande «pese a quien pese».

El director general del CPC lo niega, pero en el día a día todo lo que se hace en la entidad gira en torno a él, cabeza visible de la entidad casi siempre. Solo a él. «La gente está aquí porque estoy yo», reclama para sí, aunque diga que no se quiere dar más importancia que la que tiene. ¿Demasiado solo? «Mejor estar solo que mal acompañado», repite en la conversación que mantiene con este diario.

Sonríe cuando se le plantea la cuestión, pero Puebla asegura que el Cacereño estará «a tope» la temporada del centenario, pese a la inexistencia de relación con el ayuntamiento y que pronto habrá novedades en positivo, aunque, comenta, «lo que interesa es que el equipo está ganando, está primero», comenta.

No quiere entrar en exceso e incluso reclama no hablar de ello. Hay peros. «Hay gente mala, que solamente piensa en hacer daño al club, pero yo tengo un compromiso y solamente me iré cuando deje al CPC en la Liga de Fútbol Profesional», comenta este hombre curtido en mil batallas con un halo de misterio alrededor.

¿Qué hace un agente FIFA que ha intervenido en operaciones con futbolistas como Ter Stegen, Rakitic, Ozil o Raúl, entre otros, en un club de Tercera División?, se podrían preguntar muchos. «Vine aquí a descansar un par de años», asegura. Y en el Cacereño se ha encontrado, comenta, muchas dificultades, pero este equipo, dice, «va a subir, sí o sí».

Con 21 años se hizo entrenador («el más joven en su día, como lateral era muy malo», sonríe) y fue técnico en Tercera y Segunda B de Toledo y Atlético Ciudad Real. «A los 28 lo dejé, y me puse a asesorar a clubs y jugadores hasta ahora», cuenta tras recordar que tiene estudios de derecho deportivo, en cuyo particular mundo ha conocido a especialistas de talla mundial como el cacereño Vicente Montes, famoso en su día al hacer el traspaso de Luis Figo del Barcelona al Madrid. Tras periplos en clubs importantes como Rayo o Espanyol, presume de tener la amistad de gente como Paolo Futre, Zubizarreta, Emery o José Ángel Sánchez. Es Luis Puebla, el enigmático gestor.