Vivimos en tiempos y ligas donde está emergiendo la figura del delantero total, ese goleador insaciable que no sólo aporta números en su casillero, sino trabajo, entrega, compromiso e imagen para su club. Messi fue el precursor de un estereotipo que siguió Cristiano Ronaldo y que también esboza ahora el también azulgrana Luis Suárez. El charrúa es el máximo goleador de España en categorías nacionales con 34 tantos. Por detrás, ya en la treintena de goles, sólo tres nombres más: Cristiano Ronaldo (Real Madrid), Rubén Pérez (Varea) y Willy, el pichichi del Extremadura. El Búfalo de Torremejía presume de ingresar en un grupo de elegidos. Lleva 30 tantos en liga, sólo uno menos que Cristiano y Rubén Pérez, otro codiciado artillero de la Tercera que ahora agujerea porterías en el Varea riojano. Los cuatro fantásticos del gol.

Pensando en Elsa

"Los goles no se marcan con una varita mágica y es un orgullo estar con las cifras de los mejores delanteros del mundo". Este obrero del gol es consciente de que está en el mejor momento de su carrera, pero no se cansa de repetir que cambiaría todos sus tantos por ascender a Segunda B.

Su ímpetu, garra y pundonor han encandilado a la afición de Almendralejo, rendida a un depredador que está destrozando todos los registros. A sus 30 dianas en liga hay que sumar las dos conseguidas en Copa Federación y las 24 del año pasado. En sólo dos temporadas de azulgrana ya es, junto a Rafa Carvajal, el máximo goleador de la historia de la entidad desde su refundación: "un orgullo. Este club es muy importante y esos números dicen del trabajo que se está haciendo", confiesa.

Incombustible e incordiante, el fútbol de ataque de Willy es más del estilo de Suárez. "Me gustan esos delanteros que dan goles y trabajo, por eso siempre me he fijado en gente como Diego Costa, Suárez o Eto'o, aunque yo soy del Madrid. Y claro, de Cristiano Ronaldo", advierte.

Como el resto de sus compañeros, Willy también se tiene bien aprendida la lección: "solamente miramos al partido del próximo domingo en casa del Azuaga. No pensamos en nada más". Aunque existe una remota posibilidad de ser campeón, prefiere mirar al título con las lentes de cerca. "De nada sirve mirar más allá si no ganas el partido que tienes delante. Hemos aprendido de los tropiezos. Cualquier rival te puede complicar un partido y la liga", recuerda.

Desde hace unos meses, Willy tiene otro motivo de peso para dinamitar las porterías el grupo extremeño cada fin de semana. Y ese motivo se llama Elsa. La primera hija del delantero de Torremejía llegó al mundo el pasado jueves y, su primer regalo, se lo hizo su padre en forma de gol. Por partida doble. Nada más acabar el partido, ante el micrófono de Radiogolex, rompió a llorar de emoción. Ayer, al teléfono, supo canalizarla: "es lo más grande que te puede pasar. Ahora será más bonito marcar para dedicárselo a ella". Que tiemblen Suárez y Cristiano.