Jueves, día 3 febrero del año 2000. EL PERIODICO EXTREMADURA llevaba a su portada dos llamadas deportivas. ´El llanto de un deportista´, en alusión a la retirada forzada de Toni Pedrera de la práctica del baloncesto y ´El Mérida, matagigantes copero´, tras el paso a la eliminatoria de cuartos de final de la Copa emeritense tras eliminar al Oviedo.

Al margen de lo anterior, el Extremadura estaba en posición de privilegio en la misma Segunda A que compartía con Badajoz y Mérida y tenía serias opciones de retornar a la Primera División de la que había bajado sólo unos meses atrás. El Badajoz Caja Rural recomponía su figura en la LEB única ganando al Granada, Badajoz VB y AD Cáceres encabezaban por este orden la Primera División de Voleibol por delante de Miguelturra, la AD Extremadura perdía paso en la División de Plata del Fútbol-Sala nacional tras caer en casa ante el Melilla...

NACIONAL DE RALLYS En la gala de clausura de la temporada de la Federación Extremeña de Automovilismo la estrella era un Rally de la Vendimia, incluído en el calendario del Campeonato de España y tocando techo.

El Cáceres CB que abandonaba con lágrimas en los ojos Pedrera estaba en la ACB y ya había escrito más de una página gloriosa como la final copera en León. Precisamente ese día se cumplían tres años del mítico hito de los de Manolo Flores.

La siguiente eliminatoria copera del Mérida llevó al equipo de Juan Señor, técnico romano en aquella época, al Santiago Bernabeu. Y le costó lo suyo al Real Madrid deshacerse de los emeritenses y tomarse una nueva ronda.

El ucraniano Sergey Lebid ganaba el Gran Premio Cáceres en Navalmoral de la Mata algunos días después y el Extremadura, gracias a su triunfo ante el Eibar en su victoria 150 en la División de Plata , consolidaba esas opciones de ascenso que luego quedarían en nada. El epílogo liguero fue otra historia.

Poco después, Extremadura volvía a ser noticia a nivel nacional por culpa del deporte. El Doncel de Liga EBA, tenía que jugar en El Ejido y contaba en sus filas con el marroquí Kamal Al-Hamouti. La ciudad almeriense había sido escenario de incidentes motivados por enfrentamientos raciales y hubo máxima seguridad ante un encuentro que acabó en derrota pero con Al-Hamouti ovacionado. Hasta el Villafranca andaba paseándose por la Primera División de balonmano. Eran simples ejemplos de un deporte regional en días dulces .

AUN MEJOR Con todo, eran los rescoldos, nada despreciables, de una época incluso superior en entidad e intensidad que hasta permitió que dos clubes de la región, Mérida y Extremadura, se alternasen durante cuatro temporadas en la Liga de las Estrellas .

Han pasado sólo cinco años y el panorama, es cierto que no en todos los casos, no puede ser más desolador. Salvo gratificantes ejemplos aislados como el fútbol femenino, en el que el Puebla sigue marcando la pauta, y algún otro, los deportes llamados mayoritarios viven situaciones de verdadera angustia.

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