El baloncesto, y también destacados miembros de otras disciplinas deportivas, se han volcado en el último adiós a Sergio Luyk Torres, exjugador del Real Madrid, del Fórum Valladolid y del Breogán Lugo, e hijo de Paquita Torres y de Clifford Luyk, fallecido en la madrugada de ayer a los 36 años víctima de una larga enfermedad.

La capilla ardiente del exjugador, situada en el Tanatorio La Paz, en la localidad madrileña de Tres Cantos, recibió la visita de numerosas personalidades del Real Madrid, club en el que jugó su padre y también él, y de todos los ámbitos del deporte, tanto de la canasta como de otras especialidades.

Antonio Martín y Alberto Herreros, director general y director deportivo respectivamente de la sección de baloncesto del Real Madrid, fueron de los primeros en personarse en el velatorio, en el que también se encontraba la modelo Estefanía Luyk, hermana de Sergio.

Asimismo, el seleccionador nacional, José Vicente Hernández, acudió a transmitir el pésame a la familia en una mañana marcada por el dolor de la muerte del ex jugador. Su juventud y su larga enfermedad, como señaló Alberto Herreros, excompañero de equipo y jugador a las órdenes de Clifford Luyk (ambos llegaron a jugar contra el Cáceres, club que incluso se llegó a interesar por su fichaje), han hecho de este desenlace "es un palo muy grande".

Sergio Luyk falleció ayer por la madrugada en Madrid a los 36 años como consecuencia de un cáncer. El malogrado baloncestista nació en Madrid el 20 de septiembre de 1971, se formó en las categorías inferiores del Real Madrid y, posteriormente, se trasladó a los Estados Unidos para jugar cinco temporadas en la Universidad de Saint John. A partir de ahí jugó en la Liga ACB, ayer de riguroso luto.