En apenas dos meses, la halterófila leonesa Lydia Valentín podría pasar de no tener ninguna medalla olímpica en su historial deportivo a tener tres. Eso es posible porque, al bronce logrado hace solo unos días en los Juegos de Río, Valentín podría añadir las medallas que le tocan tras las descalificaciones por dopaje que se han producido a posteriori relativas a las dos anteriores ediciones de los Juegos, en Pekín 2008 y Londres 2012.

La Federación Internacional de Halterofilia (IWG en sus siglas en inglés) dio a conocer ayer una nueva tanda de controles positivos que afectan a esos dos Juegos, y que indirectamente le proporcionarán dos nuevas medallas a Valentín en cuanto se hagan oficiales los castigos, que suelen llevar aparejados la anulación de los resultados obtenidos.

Análisis más sofisticados

Así, la levantadora de pesas española pasaría de quinta a segunda (plata) en Pekín 2008, y de cuarta a primera (oro) en Londres 2012. Todo un salto cualitativo que embellecería considerablemente su historial. En Río 2016 obtuvo un bronce, por detrás de la coreana Rim Jong Sim y de la bielorrusa Darya Naumava que, de momento, no han dado positivo en ningún control.

La política de reanálisis, con métodos más sofisticados, puesta en marcha por el Comité Olímpico Internacional (COI) hace posible estas cosas. Las revisiones de los Juegos anteriores se han cobrado víctimas de mucho peso. Medallistas de Pekín han caído, como la rusa Nadezhda Evstiukhina (esa en un reanálisis hecho público el pasado mes de junio) y la campeona china Lei Cao, así como la bielorrusa Iryna Kulesha, que había ascendido al bronce antes de ser reanalizada como positiva.

La propia Kulesha (bronce también en Londres) volvió a dar positivo en la capital inglesa del anabolizante Dehidroclormetiltestosterona (DHCMT), lo mismo que el oro, la kazaja Svetlana Podobedova, y la plata, la rusa Natalia Zabolotnaia, ambas por stanozolol.

Indignación

Valentín confirma que reclamará "daños y perjuicios" por recibir con varios años de retraso las medallas de Londres y Pekín. "Es vengonzoso que se haya producido algo así y, una vez se cumpla el periodo de reclamación por parte de los deportistas --60 días-- y el COI confirme oficialmente las clasificaciones de esos Juegos, daremos los pasos necesarios para que se me restituya lo que es mío y de mi deporte", aseguró la deportista berciana.

La olímpica reconoció sentirse "por un lado contenta, pero por otro indignada y triste porque se ha vuelto a demostrar que hay gente que juega con los valores del olimpismo". Respecto a la cuantía que se puede pedir por el concepto de daños y perjuicios, Valentín señaló: "Habrá que cuantificarlo porque este deporte no es el fútbol y los deportistas viven de las becas".