El fútbol cada vez más eficaz y reconocible del Real Madrid de Manuel Pellegrini pasa hoy una reválida crucial frente a un irregular Lyon en la ida de los octavos de final de la Liga de Campeones, una competición en la que los franceses nunca han perdido contra los madrileños.

El encuentro puede resumirse en un choque entre dos trenes que buscan su identidad y, mientras, encadenan buenos resultados. Sin embargo, los franceses han perdido buena parte de su estilo y el Madrid parece encontrar la vía que buscaba.

Medio año después de haber tomado las riendas del conjunto madrileño, el técnico chileno parece haber dado con la fórmula de juego que le conviene y, aunque la vistosidad aparece por el momento a chispazos puntuales, el equipo sigue una vía muy concreta.

Cuatro victorias consecutivas, las dos últimas con tres goles a favor y ninguno en contra, hablan bien de la solidez que se construye entorno a un Madrid que parece cada día más inviolable en defensa y que cuenta con los golpes de genio de sus estrellas en ataque.

Poco cambiará Pellegrini de un equipo que funciona. Con respecto a la victoria frente al Jerez la única modificación parece ser la entrada de Albiol en sustitución de Garay, mientras que la entrada de Benzema en el once inicial parece poco probable, al estar insuficientemente recuperado de la lesión que a punto estuvo de apartarle de la lista de convocados.

Eufórico por haber logrado, al fin, recortar la ventaja con el Barcelona, que ahora es de dos puntos, el Madrid tiene que confirmar su buen momento en un estadio en el que siempre ha salido malherido. Perdió en dos ocasiones en la primera fase de la Liga de Campeones, en 2005 y 2006, y lo hizo siempre con estrépito (3-0 y 2-0), sin que el Bernabéu sirviera como remedio, porque en casa nunca pasó del empate contra el Lyon (1-1 y 2-2).

Enfrente tiene a un equipo que no encuentra su juego pero que acumula buenos resultados, como el del pasado fin de semana trabajosamente logrado frente al Lens (1-0) con un tanto de Delgado en el minuto 77.

Pese al mal juego, ha completado un inicio de temporada digno de un campeón. Ha sumado trece de los quince puntos posibles en 2010, lo que le ha permitido recuperar parte del terreno perdido en un irregular inicio de temporada. Ahora es cuarto de su campeonato.