REAL MADRID 1: César; Míchel Salgado, Pavón, Raúl Bravo, Roberto Carlos; Borja (Jordi, m.89), Cambiasso; Figo (Miñambres, m.46), Zidane, Solari; y Ronaldo (Portillo, m.46).

OPORTO 1: Vitor Baia; Paulo Ferreira, Ricardo Carvalho, Pedro Emanuel, Ricardo Costa; Alenitchev (Bosingwa, m.81), Costinha, Deco, Pedro Mendes; Jankauskas (Hugo Almeida, m.74) y Derlei (Bruno Moraes, m.93).

GOLES: 1-0, M.9: Solari. 1-1, M.35: Derlei, de penalti.

ARBITRO: Graham Bennett (ING).

INCIDENCIAS: A los 56 minutos una persona saltó al campo y se esposó en un poste.

El Real Madrid y el Oporto, en un encuentro anodino y sin tensión, firmaron unas tablas diplomáticas que dejan la situación como estaba, con el campeón español como líder del grupo F, y el luso como segundo y también en octavos de final.

Al menos el Oporto podrá presumir de haber puntuado por primera vez en terreno madridistas y el Real Madrid de mantener el fortín del Bernabéu y su invicto en esta fase.

Al conjunto madrileño tan solo le apeaba del liderato una hecatombe, porque los dragoes tenían que vencer por tres goles o por dos siempre que fuera un marcador superior al 1-3 de Das Antas.

Por ello, el técnico Carlos Queiroz concedió descanso de salida a Iker Casillas, el inglés David Beckham, a Iván Helguera y a Raúl González, y dio entrada al meta César Sánchez, el joven Borja, quien hizo pareja en la medular con el argentino Esteban Cambiasso y a Solari. Tras el intermedio se quedaron en la caseta Luis Figo y Ronaldo.

ABURRIMIENTO Solari recibió el balón de Luis Figo y batió a Vitor Baia con un disparo raso cruzado.

El 1-0 adormeció aún más al Madrid. En una noche gélida, lluviosa, más propicia para estar en casa bajo una manta, los más de 40.000 aficionados que acudieron fueron unos valientes.

Sin hacer mucho, aunque algo más que un Real Madrid en el que el francés Zinedine Zidane y Ronaldo apenas aparecieron, el Oporto alcanzó las tablas antes del descanso, al penalizar como penalti el colegiado una acción de Míchel Salgado sobre Deco, en una jugada absurda porque el lateral madridista intentaba sacar el balón y el luso-brasileño se iba hacia fuera del área. Derlei transformó.

La segunda mitad, como no podía ser de otra manera, fue para el olvido. Fue un y venir insulso, con poco sentido y escaso interés. Los lusos, de nuevo, quisieron más ante el Real Madrid de los pavones . Apenas hubo una oportunidad por cada equipo.