El Real Madrid cerró su pretemporada con una imagen endeble, repleta de dudas ante el Roma en un primer acto con ensayo fallido del sistema de tres centrales que contrarrestó con pegada y una mejoría en la segunda que no evitó el empate final, antes de ceder el trofeo en los penaltis (2-2).

No necesitó mucho para marcar el Madrid. Buen control orientado de Modric, pase al espacio con visión a la carrera de Marcelo, que recortó de zurda y chutó a la red de diestra (min. 16).

Courtois estuvo firme ante dos nuevos intentos de Dzeko hasta que fue ‘fusilado’ por Perotti (min. 34). Y cuando más sufría el equipo de Zidane, con continuas llegadas del Roma, apareció de nuevo la pegada blanca en la que Casemiro ssorprendió en el segundo palo (min. 39). Nadie creía el premio y Dzeko decidió hacer justicia segundos después. Ganó en carrera la partido a Militao, que le faltó contundencia, y definió con calidad.

La segunda mitad fue más estable, aunque no hubo más goles. Lo más llamativo fue la seguramente la entrada de Bale, al que Zidane parece querer aprovechar en medio de sensaciones negativas.