“Hasta el día 31 puede pasar de todo, pero estamos muy contentos con la plantilla que tenemos”, declaró Florentino Pérez minutos después de que el Madrid ganara la Supercopa de Europa al Sevilla en Trondheim. Una semana después, el entrenador, Zinedine Zidane, dio un paso más en esa dirección y dio por cerrado el plantel blanco a falta de dos semanas para el cierre del mercado. “No creo que lleguen jugadores, la plantilla está completa y estoy contento con los jugadores que tengo”, comentó el técnico blanco tras ganar el trofeo Bernabéu al Stade Reims.

Una situación completamente novedosa para el club blanco bajo la presidencia de Florentino, que acostumbra a apurar al máximo para revolucionar la plaza, además de correr con los riesgos que ello conlleva, como le ocurrió hace dos temporadas con De Gea y Keylor Navas.

JAMES E ISCO

Después de retirarse de la puja por Pogba y de acordar presuntamente que tanto Isco como James seguirán como jugadores blancos -Florentino quería dar salida al malagueño y Zidane al colombiano--, el Madrid 2016-17 despegará con la única incorporación de Morata y un desembolso de solo 30 millones de euros, los que ha costado su repesca de la Juventus. Una cifra raquítica en comparación con los casi 350 millones invertidos en fichajes en las últimas tres temporadas.

No necesita nada más al parecer el conjunto blanco para lanzarse al asalto de la Liga, que no gana desde el 2012, y no correr de nuevo el peligro de tener que volverse a jugar la temporada a una sola carta, la de la Liga de Campeones, aunque a la vista de lo ocurrido los últimos años da la impresión de que juegan con la baraja marcada en la máxima competición continental.

El título continental confirmó en el puesto a 'Zizou' y de paso quitó aFlorentino de la cabeza la idea de recuperar a José Mourinho, lo que hubiera dibujado un escenario radicalmente distinto al actual, pasando por una verdadera revolución en la plantilla y una inversión récord, como la que el portugués ha llevado a hacer al Manchester United en la Premier, con una inversión en fichajes cercana a los 200 millones de euros.

La realidad es que el continuismo preside el nuevo proyecto blanco, que arranca con un once calcado al que hizo campeón de Europa por undécima vez al Madrid en Milán. Navas continúa en la portería porque De Gea ya no se ha prestado a nuevos enjuagues y con la llegada de Morata, la vuelta de Coentrao y la salida de Jesé,Casemiro es el único que no tiene un relevo claro en su puesto de mediocentro defensivo. El club tanteó a Kanté, que acabó cambiando el el Leicester por el Chelsea, y parece que Zidane insistirá de manera coyuntural en el desplazamiento de Kroos a esa demarcación, en la que ya fue utilizado por Carlo Ancelotti con resultados desiguales.

Para que el proyecto quede firmemente asentado, el presidente blanco quiere dar carpetazo a las presiones que ha sufrido durante los dos últimos cursos para hacer caja con Cristiano Ronaldo. Está decidido, probablemente antes de fin de mes, a escenificar la ampliación del contrato del portugués, que tiene firmado hasta el 2018, hasta el 2020 o el 2021. Tiene intención de hacer algo parecido con Bale, que finaliza en el 2019 y solo le queda decidir sobre Pepe, que acaba contrato al final de esta temporada con 34 años.