Real Madrid: Iker Casillas; Míchel Salgado (Celades, min.74), Samuel, Helguera, Roberto Carlos; Figo, Guti, Beckham, Zidane; Raúl (Solari, min. 81) y Ronaldo (Owen, min. 85).

Málaga: Arnau; Alexis, Fernando Sanz, César Navas, Valcarce; Gerardo, Marcelo Romero (Iznata, min.74), Miguel Angel, Duda; Edgar (Amoroso, min.65) y Fernando Baiano (Wanchope, min. 80).

Gol: 1-0. Min. 61. Roberto Carlos.

Arbitro: Mejuto González (Comité asturiano). Mostró cartulina amarilla a Zidane (65´), del Real Madrid.

Incidencias: 75.000 espectadores llenaron el estadio Santiago Bernabéu. La grada castigó al equipo con una sonora pita cuando saltó al terreno de juego. En los últimos minutos, los Ultras Sur insultaron a coro a Ronaldo.

Un gol de Roberto Carlos libró al Real Madrid de caer en el caos total, en un partido singular para la afición del estadio Bernabéu, que no perdonó a sus jugadores suel año nefasto.

Jugó mal el Madrid y con excesiva ansiedad. Gana pero no convence y fue de nuevo un defensa el que salvó los muebles. Si ante el Juventus, Helguera dio aire al equipo, ayer Roberto Carlos fue quien acudió a ofrecer socorro.

El Madrid sumó tres puntos, en medio de un ambiente hostil de su gente, que está tan despistada que no sabe ya, si silbar o aplaudir para ilustrar el estado de ánimo de su equipo.

MEJOR DESPUES Una leve mejoría en el segundo tiempo y un esfuerzo de sus jugadores, ante un Málaga sin llegada, calmaron una semana, que de haber perdido hubiera sido muy larga para el club que preside Florentino Pérez. Deportivamente, el gol de Roberto Carlos impidió que el Madrid entrara en un socavón.

Luxemburgo cambió su dibujo y olvidó el rombo. Mandó a Figo al costado derecho y el doble pivote Beckham-Guti asumió el mando. No reaccionó tampoco con esa nueva receta. De entrada porque todo el plantel anda indeciso en el campo. Juega con muchas dudas, le da dos vueltas a su cerebro en sus acciones antes de soltar el balón.

El Madrid no apareció ante Arnau hasta el minuto 29 cuando un tímido disparo de Ronaldo llegó a sus cercanías sin veneno alguno. Otro balón cruzado de Zidane a los 37 fue de lo poco que enseñó arriba. Poca historia hasta llegar al descanso. Y sólo los ataques de raza en Míchel Salgado, que regresaba antes de tiempo tras su lesión, parecían invitar a abandonar el pesimismo y la atmósfera de tragedia que se cernía sobre el Bernabéu.

La leve mejoría del Real Madrid en el segundo tramo dio resultado. Fue entrar en acción un poco más Luis Figo para que el Madrid llegara, sin mucho ruido, pero con algo más de presencia al portal de Arnau.

De hecho, se vieron dos remates de cabeza de Ronaldo y Raúl, algo que no ocurría desde que se marchó Morientes del Bernabéu. El Málaga, con un Real Madrid tan deteriorado, defraudó. Nunca tendrá una ocasión más evidente de tumbar al Madrid. Pero, el equipo de Luxemburgo tiró de amor propio para reconducir un partido que caminaba hacia el desastre. El gol de Roberto Carlos no hizo mas que firmar el afán del Madrid por salir del pozo. Un tiro cruzado puso al Málaga contra las cuerdas. Tras marcar el gol, el brasileño se fue con rabia hacia el fondo norte a celebrar el tanto y pidió con gestos más apoyo del personal, que se había mostrado inflexible con los galácticos.

En pleno carrusel de cambios, Luxemburgo quitó a Salgado, que hizo un gran esfuerzo por ser titular, y terminó como en su día Queiroz, utilizando en su lugar a Celades de lateral derecho improvisado. Celades, en un arreón, mandó un balón al palo.