Barcelona y Madrid vuelven al trabajo. La carrera hacia el título de Liga ya ha comenzado. Ayer, poca cosa en las ciudades deportivas del campeón y el aspirante. Los tradicionales reconocimientos médicos y las primera sesión de físico. Suave.

En Barcelona solo ha llegado Neymar. Y aún no está en el Camp Nou porque agota sus últimos días de vacaciones tras ganar con Brasil la Copa Confederaciones. Con Neymar pero sin el central deseado. Y que tanto necesita el Barça. Con un equipo que, además, requiere de nuevos estímulos. Más allá de la llegada de la estrella brasileña, que revitalizará la delantera de un Barça que, tras la marcha de Villa al Atlético, no tendrá un nueve en su plantilla. Habrá, por lo tanto, con el balón girando como siempre alrededor de Messi, otro camino para atacar aprovechando el regate, descaro, verticalidad y profundidad que exhibe Neymar. Pero ese nuevo Barça de Messi y Neymar debe hallar antes sólidos pilares defensivos que les dejen a ellos expresar su imaginación en ataque.

Nueva era blanca

La era Ancelotti se inició ayer en Valdebebas. El sustituto de Mourinho afronta un profundo cambio en el equipo. Desde pacificar un vestuario muy agitado tras la etapa del anterior técnico hasta lograr ese "fútbol espectacular" que prometió en su puesta de largo, pasando por recuperar a Kaká. El exentrenador del PSG tuvo a sus ordenes a 21 jugadores. Solo faltaron los internacionales Casillas, Ramos, Arbeloa, Albiol y Marcelo, que volverán el día 28. El balón presidió la puesta de largo del Madrid más joven de los últimos años, con Isco, Illarramendi y Carvajal.

Paul Clement, ayudante de Ancelotti dentro del amplio cuerpo técnico de más de una docena de integrantes, entre los que destaca Zidane, daba órdenes en una mezcla de castellano e inglés a unos jugadores en muy buen estado físico tras las vacaciones. El equipo se ejercitará en Madrid hasta el domingo, día en el que jugará su primer amistoso en tierras inglesas ante el Bournemouth.